23 de noviembre de 2024 12:00 PM

Julio César Arreaza: Todo es mentira

Sin abandonar sueños, ideales y proyectos de vida, estamos obligados a permanecer en contacto con la realidad, terca como los hechos, siempre contundentes.

Con 22 vueltas al sol a cuestas, sabemos que “todo es mentira” es la primera característica resaltante del narcorrégimen.

La confusión derivada de un tiempo caótico hace que hablemos de las elecciones regionales del 21N, qué locura. Quien manda en Venezuela es un usurpador con todas las letras, y por tanto la AN de Maduro y los venideros comicios regionales son completamente írritos. Esta es la realidad. No podemos dejarnos enredar por los politicastros, eunucos con privilegios, de este lado, envolviendo a los sufridos ciudadanos, para que participen en unas “no elecciones”, que profundizarán todos sus males y los rematarán con una inconstitucional ley comunal, dicho sea de paso. Los topos del usurpador quieren lanzarnos a un perverso reacomodo, para que pasemos a formar parte activa, como ellos, del ecosistema criminal que ha arruinado moral y materialmente a nuestro país.

Los documentados asesinatos de Fernando Albán, el capitán Acosta Arévalo y Oscar Pérez y acompañantes, así como de otros crímenes de lesa humanidad, están a punto de generar un juicio histórico en la CPI sobre las cabezas de una usurpación en pleno desarrollo. Nos duele pensar y admitir la realidad de la indignidad de un interinato que prefiere resguardar sus propios intereses antes que los de una sufrida nación. Ellos solitos se mataron como Chacumbele, a partir de la chambonada del 30-4, cuando pisaron el peine del régimen forajido. Dejaron de luchar para salir del sistema opresor.

Una nueva dirección política junto con los líderes fénix diseminados a lo largo y ancho del país, incluidos los territorios entregados y ocupados por las mafias criminales y guerrillas, deberán liderar los acontecimientos que se generarán a partir de las acusaciones que pronto recaerán sobre un régimen usurpador en ejercicio que, marcará Dios mediante, un punto de inflexión. Tenemos que sacudirnos y abandonar la vieja estrategia que nos tiene esclavizados y salir de nuestros esquemas mentales para abrirnos a la novedad de una estrategia.

No podemos aceptar unas elecciones con los usurpadores en el poder, es sabido que decidieron no cederlo nunca. Ellos son parte orgánica de grupos criminales.

Para sacarlos es necesaria una presión y fuerza superiores conjuntas, interna y externa, que los obligue a negociar su salida al elevarles los costos de su permanencia. El sistema comunista no está pensado para la persona, configura el caos y desconfigura a los demás. Ellos jamás negociarán lo principal: su salida del poder que detentan.

La libertad plena es el destino de nuestra lucha. La lucha tiene un solo destino: la libertad y restaurarnos de la bancarrota moral.

“Libertad para Javier Tarazona. No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados”.

El Nacional

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