22 de noviembre de 2024 1:34 AM

Julio César Arreaza: Callar es mentir

La unidad no ha sido para el rescate de la democracia sino para captar renta y un pedacito de poder por parte de los vencidos politicastros. Necesitamos de un verdadero pacto como el sellado en 1957, entre Betancourt, Caldera y Villalba, que sí gozaban de representación política.

Radical es el que dice la verdad y nos unimos a quienes se esfuerzan en descubrir los caminos de la mentira en medio de falsedades, razonamientos acomodaticios y apaciguamientos. Hay una desconexión política con la realidad, se banaliza el mal y se asume erróneamente que este nos acompañará siempre. Con los mismos actores políticos no podemos esperar resultados distintos.

Buscamos el agua clara de la verdad. 6 millones de venezolanos abandonaron el país y salieron caminando por hambre, dejando a niños de 10 y 11 años cuidando a sus abuelos que no se pueden mover.

A pesar de contar con diagnósticos, las penurias que vive la infancia desde sus primeros años se encuentran invisibilizadas y no forman parte de la agenda del diálogo. El descarte de los niños y ancianos es una dimensión protuberante de la crisis social y moral que atravesamos. Los dos extremos de la vida: los que están naciendo y los que están terminando. Entre la ruina colectiva y la dispersión de la familia se despliega la lucha por la sobrevivencia. Es hora de romper con ese liderazgo vencido y rehacer la política desde la verdad.

En la danza de la mentira cada uno se miente. Su institucionalización es una estrategia de dominación. La vida del otro no vale nada, la pulsión del régimen chavista es la eliminación del contrario. No le importa salvar vidas en la pandemia sino el control para permanecer en el poder, con las armas más allá de sus manos.

La verdad se exilió. Si no te adaptas al presidio te mueres, eso no es vida sino un doloroso y costoso proceso de sumisión. La canalla es fuente de mecanismos creadores de vicios negadores de la virtud. Cuando las categorías de la democracia se convierten en meros significantes vacíos, redundan en falsa apariencia democrática.

Los líderes fénix se enfocan en despertar la conciencia del ciudadano que lo impulse a decidir cuáles son los principios axiológicos sobre los que su representación política deberá moverse hacia la libertad y la felicidad. Ciudadanos dueños de su conciencia, con pensamiento crítico y articulados para el bien común. Proponen y promueven la Operación de Estabilización y Paz, organizar a los venezolanos como ocurrió en 2002; consolidar el apoyo de las democracias del mundo ante el avance de Puebla y Sao Paulo.

Denunciamos el silencio mundial en torno a la crítica situación de la expresidenta Jeanine Añez, sometida a la vil tortura de una prisión injusta por el régimen cocalero y cobarde de Bolivia.

“Libertad para Javier Tarazona. No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados”.

El Nacional

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