Un juez de la Corte Suprema de Brasil rechazó este martes una denuncia presentada por la oposición contra el presidente del país, Jair Bolsonaro, por haber insinuado que unas jóvenes venezolanas refugiadas estaban volcadas a la prostitución.

La demanda, que incluía un pedido de investigación, había sido presentada por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que apoya la candidatura presidencial del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien el próximo domingo se medirá en una segunda vuelta electoral a Bolsonaro, que aspira a renovar su mandato.

La denuncia se apoyó en una polémica declaración dada por el líder de la ultraderecha en el marco de su campaña, que fue hasta usada por la coalición que respalda a Lula para acusar al mandatario hasta de supuesta pederastia.

Hace diez días, Bolsonaro dijo que, durante un paseo en moto por la periferia de Brasilia, vio a unas jovencitas venezolanas muy «arregladas».

Narró que «pintó un clima», una expresión que en Brasil define un posible interés sexual, que se acercó y pidió entrar a la casa de las jóvenes, que según él tenían entre 14 y 15 años.

«Yo me pregunto. Unas chicas bonitas, de 14 ó 15 años, arregladas un sábado. ¿Para qué?: Ganarse la vida», dijo Bolsonaro, quien ante el revuelo que generaron sus declaraciones grabó después un video en el que pidió disculpas a las jóvenes y aseguró que sus declaraciones habían sido «tergiversadas» por la izquierda.

El Instituto Migraciones y Derechos Humanos (IMDH), una de las entidades que atiende a los venezolanos que llegan a Brasil, repudió esas declaraciones y aclaró que, ese día, las jóvenes asistían a un curso de peluquería y maquillaje ofrecido para ayudarlas en la búsqueda de empleos.

Según el magistrado André Mendonça, quien analizó la denuncia en el Supremo, no existen los «elementos mínimos» para la apertura de una investigación ni para identificar los supuestos delitos de «difamación y prevaricación», citados en la demanda del PSOL.

En su decisión, Mendonça también señaló que el Poder Judicial «no puede ser instrumentalizado por las disputas político-partidarias o ideológicas» propias de la campaña electoral.

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