La humanidad inherente hace de las suyas. Es el arma más importante en esta era sin moral. A veces se nubla el pensamiento, entre tanta turbulencia emocional y desorden sentimental, dejando escapar algunas lágrimas habituales e interrogantes que no desaparecen: ¿Será que estamos haciendo bien? ¿Será que estamos haciendo algo o quizás no estamos haciendo nada? ¿Será que estamos haciendo lo correcto? ¿Vale la pena tanto sacrificio, tanta dedicación, tanta entrega? Pues, las preguntas son profundas y sus respuestas difíciles de encontrar pero, el recuerdo de las decisiones que se han tomado surge inmediatamente. Estamos del lado correcto.
Hace mucho tiempo decidí agarrar mi tricolor y salir al asfalto. Mucho tiempo ha pasado de aquellas tardes entre perdigones, gases, balas y noticias sangrientas. Ya mucho tiempo pasó desde que renuncié a los sueños individuales y empecé a luchar por los anhelos colectivos. Hace mucho tiempo dejé de sentir con mi propio corazón y empecé a escuchar el palpitar de los demás. Hace tanto que decidí entrar en el laberinto político sin escuchar a mi sexto sentido quien me hablaba de Medusa y el Minotauro. Hace mucho tiempo que decidí no rendirme y seguir hasta el final. Pues, rendirse no es una opción.
Hace mucho tiempo decidí no dar solo un aliento, sino los que sean necesarios hasta cambiar la realidad del hoy. Hace mucho tiempo decidí enaltecer la llama fulgurante de la fe en esta época de tinieblas y mantener el alma sólida aunque duela a cántaros. Hace mucho tiempo decidí no ser importante, escogí serle útil a mi gente y mi país. Ya eso es un privilegio. Hace tiempo decidí soltar al Orinoco los grilletes del atraso, el resentimiento, la ignorancia y el conformismo. Y seguiré soltando todo lo que nos detenga.
Hace tiempo que decidí dejar de hablar de «Yo» y empezar a decir «Nosotros». Hace tiempo decidí no leer las páginas de la historia sino escribir la que leerán en unos años. Hace tiempo decidí luchar no por mi país sino, por el nuestro. Hace mucho tiempo decidí entregar mi juventud para tener una vejez en libertad. Hace tiempo decidí, aunque sea desgarrante, aunque el espíritu se quiebre de momento, decidí seguir y no rendirme. Pues, rendirse no es una opción.
Hace tiempo decidí usar el rosario de la convicción, el sombrero de la esperanza y la camisa de la motivación. Hace tiempo decidí recordar el motivo de las cicatrices, caminar con la frente en alto y superar cualquier adversidad. Hace tiempo decidí ponerme retos en estos tiempos de conformismo y superarlos contra viento y marea. Ya ha pasado tiempo, no sabemos cuánto más pasará, lo único que tenemos claro es que lo que hacemos en vida resonará en la eternidad. No olvidemos que Dios decidió estar con nosotros.
@JorgeFSambrano
#RendirseNoEsUnaOpcion