El asunto del liderazgo es uno de los clásicos de la teoría de las organizaciones y la ciencia política, que aunque es abundante la producción científica, no termina de agotarse. No me propongo en esta nota un enfoque académico, sino aportar algunas ideas en función del escenario nuestro americano actual y sus recientes giros.
Comienzo por comentar que los liderazgos son en arreglo con las particularidades de los pueblos y de sus procesos políticos, que no me parece oportuno calificar en general. Es así como el nuestro tiene más afinidad por aquellos que se muestran caudillistas o mesiánicos, que en términos de cultura política expresa una delegación de la acción política a quienes creemos que pueden asumir nuestros intereses, en el entendido de que ellos y ellas son portadores de los mismos, lo que en muchas oportunidades deriva en un desencanto pues en los hechos tenemos resultados no coherentes con las expectativas. Los liderazgos fuertes, por tales terminan por anular el debate y sustituir la construcción colectiva de los análisis y las propuestas, por mirada unilateral y en el mejor de los casos parcializada. Por otro lado, cuando son objeto del éxito de los ataques del contrario, ponen en cuestión los avances y la continuidad de la lucha.
Ahora si bien es cierto que el liderazgo es clave en los procesos de cambio político, también son más importantes las estructuras que los sostienen, en el sentido de que pueden garantizar la sostenibilidad de los cambios logrados y el logro de los propuestos. A lo que debemos sumar que estas estructuras deben contar con mecanismos de participación efectivos, de tal manera que esto es proporcional a la fortaleza para asegurar la correlación de poder a favor de los intereses que se defienden.
En esta lógica podemos ver procesos políticos interesantes en nuestramérica que tienen mejor desarrolladas sus estructuras, lo que hace que aunque ocurran reveses, sean perseverantes, mientras que otros terminan o terminarán siendo efímeros. Es así como aunque los líderes que conocemos no estén en la portada, se mantiene una dinámica para asegurar que el proyecto que se postula tenga viabilidad. En suma, sólo la participación política permitirá avanzar en la dirección alternativa a la derecha.
