Muchas veces nos sobrealimentamos y tomamos suplementos de más, sin la supervisión de un especialista en la materia. Y hay que tener cuidado porque los productos de herbolario no son inocuos y pueden interferir, por ejemplo, con las medicaciones que tomamos.
Por: El Espectador de Caracas con información de Infosalus
En este artículo vamos a conocer las principales propiedades del jengibre y de la cúrcuma, dos de las plantas más empleadas en este ámbito, y aprender a utilizarlas de manera correcta, aunque antes de decidirte es siempre que lo consultes con un experto en la materia, generalmente un farmacéutico formado en el tema.
Entrevistamos en Infosalus a Alexandre Yáñez de la Cal, licenciado y doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, posgrado en Psiconeuroinmunoendocrinología, máster internacional en Nutrición clínica y en nutrición deportiva, así como estudiante de Dietética y Nutrición Humana, porque ha publicado ‘Los 100 mejores suplementos y alimentos que cambiarán tu vida’ (Amat editorial), un manual en el que realiza una fotografía de los 100 principales suplementos que existen en el mercado.
El primero que analizamos con él es el jengibre, «una raíz que se conoce desde la medicina tradicional china», con muchas propiedades. «Se le podría definir como un superalimento, situado en el top 3 de alimentos y especias con más beneficio y por un precio bajo», agrega.
Es más, destaca que este alimento tiene muchas vitaminas (C, B3, E, entre otras), así como minerales, baja cantidad de sodio, zinc, magnesio y hierro. «El jengibre es ideal como antiinflamatorio y para mejorar el sistema inflamatorio. Contiene fósforo y calcio involucrado en calidad del hueso. Principalmente tiene antioxidantes que hacen que ayude a aportar todos esos beneficios antiinflamatorios, ayuda a la circulación saniguínea. Se ha demostrado muy eficaz para tratar la artritis y los dolores menstruales», agrega.
A su vez, Yáñez de la Cal resalta que el jengibre mejora la temperatura corporal (por ejemplo si tenemos las manos o los pies fríos), es antihemético (evita náuseas y vómitos al mismo nivel que otros medicamentos), anti mareos, antibacteriano y disminuye las tensiones musculares. «En la mujer se recomienda para dolores premenstruales. Ayuda también en problemas de fertilidad tanto en hombres como en mujer, así como frente a la hipertensión», apostilla.
Pero sobre todo se emplea en nutrición, según insiste, ya que ayuda a regular el ph intestinal. «Por ejemplo, si tenemos hiperacidez gástrica y reflujos es útil. Pero si tenemos una hipoacidez gástrica y digerimos mal los alimentos ayuda también. Ha demostrado ayudar como antiséptico y antioxidante, así como en casos de estreñimiento», añade.
Para una posología adecuada este máster internacional en Nutrición clínica y en nutrición deportiva recomienda la toma de un gramo al día. «En cápsulas te aseguras de que se absorbe el 100%, pero ingerida de forma oral, en especia, se puede emplear rallándolo, por ejemplo con el arroz con la comida asiática, o como aderezo junto al limón con las carnes y pescados, pero sobre todo como infusión», explica.
Entre las contraindicaciones o efectos secundarios de su toma, Alexandre Yáñez de la Cal advierte de que puede interaccionar con el antibiótico amoxicilina, con la azitromicina y con la cloxacilina, ya que aumenta su efectividad.
EL PODER NARANJA DE LA CÚRCUMA
Por otro lado, este estudiante de dietética y nutrición reconoce que la cúrcuma es uno de sus suplementos favoritos, al que califica también de «superalimento». Entre sus componentes se encuentra la ‘curcumina’, entre un 0,6 y un 5% de la planta, que es la parte que podría tener efectos beneficiosos.
De color anaranjado, según valora, «a día de hoy es uno de los alimentos o de las especias/raíz que más efecto anticancerígeno tiene y se estudia desde la cultura india donde se veía que había mucha contaminación en el ambiente». Suele emplearse como condimento en arroces o carnes.
A su juicio, junto con el jengibre, la cúrcuma es de los suplementos que mayor efecto antiinflamatorio tiene. «Es un gran protector articular y antiinflamatorio con una sólida evidencia para el dolor muscular, articular y tendinoso. Contribuye a disminuir la conversión de ácido araquidónico, que influye en muchas enfermedades neurodegenerativas y proinflamatorias. Por eso tiene evidencia en enfermedades como la depresión, el alzhéimer, el Parkinson, la enfermedad de Crohn, la pancreatitis, las úlceras gástricas, el vitíligo, la psoriasis, el síndrome metabólico, la colitis, la nefritis, el síndrome coronario agudo o la aterosclerosis», prosigue.
Es más, resalta que tiene «muchos beneficios» para el sistema inmunitario, además de ser un «poderoso antioxidante». En el deporte asegura que disminuye la fatiga, siendo a su vez de gran ayuda para los microbios y las infecciones, y en la cicatrización de heridas. «También aporta grandes beneficios al hígado, ya que ayuda en el tratamiento de la fibrosis, la hepatitis autoinmune, la hepatitis B y C. Para el colesterol aporta beneficios, pero también para los triglicéridos y las hormonas de saciedad y de apetito», agrega Yáñez de la Cal.
Eso sí, reconoce que el principal problema de la cúrcuma es la baja absorción en alimento, sobre todo en especia, como normalmente lo tomamos. La toma recomendada, según añade, son 200 miligramos al día, y para que se absorba bien dice que debe ir acompañada con una base liposomada (grasa) como la que ofrece cualquier lácteo o el aceite, y/o con pimienta, y casi al 90% al tomarlo en cápsula.
Ahora bien, este experto en suplementos alerta de que las personas que tomen anticoagulanes o coagulanes deben tener cuidado con su toma, puesto que tiene un efecto anticoagulante. En el caso del deporte aconseja, por su efecto antiinflamatorio, separar su toma de la hora de entrenamiento.
No obstante, con la toma de cualquiera de estos suplementos siempre debemos estar guiados por un especialista en la materia, si puede ser un farmacéutico o dietista-nutricionista mejor formado en ello mejor, puesto que por ejemplo, y según recuerda la OCU, hace tres años en Italia y en Bélgica se llegó a paralizar la venta de lotes de una marca de suplemento de cúrcuma porque consideraban que podía ser causante de hepatitis, algo actualmente en estudio.
De hecho, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) no reconoce ninguna de las propiedades que se atribuyen a la cúrcuma, aparte de que ha reevaluado el uso de la curcumina como aditivo (E100) y para no correr riesgos aconseja una ingesta diaria de 210 miligramos al día para un adulto de unos 70 kilos.
Mientras, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha evaluado el riesgo del consumo de complementos alimenticios que contienen curcumina como ingrediente y, por precaución, aconseja a menores de 18, embarazadas y lactantes evitar el consumo de complementos que contengan curcumina, aparte de que los fabricantes indiquen en el etiquetado la cantidad de curcumina que hay en el producto que se vende.