Pese a la creciente presión internacional por un cese el fuego, Israel está decidido a continuar su potente ofensiva sobre la Franja de Gaza, donde este miércoles se llevó a cabo el combate más mortífero para las tropas israelíes, mientras los gazatíes deben enfrentar el hambre, el frío y el fuego cruzado incluso en las zonas humanitarias.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó que su Ejército continuará con la guerra «hasta el final, hasta la victoria, hasta la destrucción de Hamás», a pesar de la «presión internacional» que aboga por un alto el fuego con el objetivo de detener el creciente número de muertos en la Franja, que ya supera los 18.600, 70 % civiles.
El Departamento de Estado de Estados Unidos criticó este miércoles el «impacto» en la población civil de los bombardeos de Israel en Gaza, un día después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, dijera que Israel está perdiendo apoyo por sus «bombardeos indiscriminados» y que Netanyahu debería cambiar a su gobierno de partidos ultaderechistas, contrarios al diálogo con los palestinos y la solución de dos Estados.
La Asamblea General de la ONU adoptó el martes por amplia mayoría una resolución por un alto el fuego humanitario en la Franja de Gaza, días después de que Estados Unidos, principal aliado de Israel, vetara una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad en el mismo sentido.
La Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica consideraron que esto refleja «el evidente aislamiento de Israel» frente al mundo.
Con información de EFE
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