Israel ha matado al 10% de los periodistas de la Franja de Gaza en tres meses y medio de ofensiva, y «la mayoría fueron atacados directamente» en un intento de «destruir la escena periodística» del enclave, denuncia en una entrevista a EFE el Sindicato de Periodistas Palestino.
Ante el cerco israelí a Gaza y el veto a entrada de reporteros del exterior, los periodistas gazatíes «son nuestros ojos y sentidos». «Cada minuto corren peligro de perder la vida por cubrir una noticia o solo por ser periodistas», señala a EFE Shuruq Asad, portavoz del sindicato de reporteros, en su sede en la urbe cisjordana de Ramala.
Esto se produce entre la vasta destrucción de la Franja, con gran parte de su infraestructura civil hecha escombros, en un nivel que según expertos no se veía desde la Segunda Guerra Mundial.
Los ataques israelíes en la guerra con Hamás han dejado la mayor cifra de reporteros muertos en un conflicto jamás registrada.
Entre periodistas y empleados en medios, los fallecidos son al menos 113, según el recuento del sindicato, principal órgano que agrupa a unos 3.600 reporteros palestinos, 2.400 en Cisjordania y 1.200 en Gaza.
Según el sindicato, Israel busca «destruir toda estructura de la sociedad civil en Gaza, desde médicos hasta hospitales, pasando por instalaciones de la ONU o universidades, y los periodistas encabezan la lista en el proceso».
«Son el primer objetivo porque no quieren que cubran la noticia, y quieren sembrar terror y miedo entre reporteros», señala Asad.
Denuncia que muchos en la Franja «recibieron amenazas de que los matarían o serían atacados si no dejaban de cubrir historias».
«Esto es lo que pasó con varios colegas. Perdieron la vida en bombardeos directos, o sus familias murieron en ataques cuando ellos no estaban ahí», agrega.
El Sindicato de Periodistas ve estos hechos «como un mensaje» de Israel, que dejó estragos en familias de reporteros como el jefe en Gaza del canal Al Jazeera, Wael Al Dahdouh, que salió del enclave días atrás para recibir tratamiento médico en el extranjero tras haber resultado herido en un ataque israelí que mató a su compañero camarógrafo.
Dahdouh perdió a su mujer, dos hijos y un nieto en un primer ataque; luego él fue atacado; y semanas atrás vio como su hijo mayor, Hamzeh, también reportero, moría en un ataque aéreo a su coche cuando trabajaba.
«Entre los periodistas o trabajadores de medios muertos, creemos que un centenar fueron atacados directamente, una treintena cuando trabajaba en terreno y los demás en sus casas», asevera Asad.
Casi todos los 1.200 reporteros de Gaza se convirtieron también en desplazados internos. Muchos están, como el resto de civiles, en centros de refugio, tiendas u hospitales en el sur, sin acceso a recursos básicos y mucho menos a una infraestructura para trabajar, lo que dificulta su tarea, lamenta el sindicato.
Gran parte de las instalaciones de los medios de Gaza – con una estructura de prensa local «muy sólida»- fueron destruidas, un golpe para volver a trabajar en condiciones adecuadas en un hipotético escenario de posguerra.
«Se destruyeron unas 75 oficinas de medios, también son objetivo», remarca Asad, que lamenta que las casas de muchos periodistas también fueron destrozadas y estos ahora viven evacuados, en viviendas de familiares o en hospitales del sur, principalmente en Rafah.
En el norte de la Franja, incluida ciudad de Gaza, solo quedan decenas de reporteros. «Nos esforzamos mucho para entregarles comida, para que tengan internet o algo de dinero», aseguran los compañeros del Sindicato en Cisjordania, «impotentes» de no poder hacer más.
«Cada día perdemos a uno o dos de nuestros colegas en Gaza, esto implica que el 10% de periodistas fueron asesinados. Es una masacre y nada la justifica», arremete Asad.
El Sindicato prepara denuncias para presentar ante la Corte Penal Internacional (CPI) y acusar a Israel «del asesinato sistemático de periodistas» en Gaza. Aunque la tendencia se agudizó con la guerra, Asad asegura que viene de lejos y es el patrón de actuación propio de las fuerzas israelíes en territorio palestino.
«Siempre hemos sido objetivo del Ejército israelí. Si cubrimos una manifestación o estamos cerca de un control militar, nos atacan. Si estamos en nuestras oficinas, nos allanan», revela la portavoz, quien ha sufrido ella misma ser atacada por soldados mientras hacía su trabajo en cualquier lugar de Cisjordania.
«Esto no empezó el 7 de octubre, sino que es algo sistemático», denuncia.
El Gobierno de la Franja de Gaza, controlado por Hamás, asegura que hasta ahora murieron 119 periodistas, empleados en medios, intelectuales e ‘influencers’.
El Comité de Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, cifra en 76 los reporteros muertos en Gaza desde el 7 de octubre, y denunció que Israel se sumó este año a la lista de países con más periodistas encarcelados, formada sobre todo por dictaduras.
Con información de EFE
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