Con la rúbrica el jueves del acuerdo de fronteras marítimas, Israel da por terminado el proceso de aprobación del acuerdo. La firma se produce antes de la ceremonia conjunta de estos dos países, que no mantienen relaciones diplomáticas.
El acto contará con la presencia de Amos Hochstein, mediador estadounidense que gestionó las negociaciones indirectas entre ambos países.
El pacto representa la primera demarcación de fronteras marítimas entre Israel y Líbano, y acaba con una disputa de larga data sobre aguas ricas en gas en el Mediterráneo, tras meses de negociaciones intermitentes que comenzaron en 2020.
«Un hecho histórico»
El territorio en cuestión consiste de unos 860 kilómetros cuadrados de mar, que cubre los yacimientos de gas de Karish y Qana. El pacto permite que Israel explote el primero y Líbano explore -y eventualmente explote- el segundo.
La firma del pacto fue confirmada por un portavoz de la oficina de Lapid, que informó además de que una delegación israelí, encabezada por el director general del Ministerio de Energía, Lior Schillat, partió rumbo a la ciudad fronteriza de Naqoura para la ceremonia oficial.
«No todos los días un país enemigo reconoce al Estado de Israel, en un acuerdo escrito, a la vista de la comunidad internacional», dijo Lapid durante una reunión del Gobierno, en la que sus miembros ratificaron el pacto previo a su firma. El mandatario describió el hecho como «histórico» y como «un logro tremendo para Israel» en materia de seguridad, economía y energía. Su firma llega horas después que la del presidente libanés, Michel Aoun, que rubricó el pacto en el palacio presidencial, en los suburbios de Beirut.
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