La incertidumbre sobre si el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, renunciará al cargo el próximo lunes 29, tras una denuncia contra su esposa por presunta corrupción basada en publicaciones de prensa, abre una etapa inédita en España con las elecciones regionales catalanas y las europeas a la vuelta de la esquina.
El anuncio de Sánchez este miércoles, en una misiva dirigida a la ciudadanía publicada en la red social X, cayó como una bomba en el escenario político español, que este jueves reaccionó de manera contundente para arropar al presidente, en el caso de los miembros del Gobierno y las formaciones de izquierdas, o para criticar su actitud, considerada «victimismo» por la oposición de derechas (Partido Popular) y la ultraderecha (Vox).
En paralelo a las reacciones políticas, la Fiscalía Provincial de Madrid solicitó el archivo de la investigación abierta a la mujer del presidente tras la denuncia interpuesta en un juzgado por la organización de ultraderecha Manos Limpias.
En un comunicado, su secretario general, Miguel Bernad, admitió hoy que su acción se basó en informaciones periodísticas, de cuya veracidad o no serán responsables quienes las publicaron.
El Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias es un «sindicato» fundado en 1995 por Miguel Bernad que ha interpuesto todo tipo de denuncias ante lo que considerara corrupciones políticas o económicas con lesión para el interés general.
Berard fue recientemente absuelto por el Tribunal Supremo tras ser condenado por la Audiencia Nacional española por extorsionar a bancos y empresas.
El autodenominado sindicato sentó en el banquillo a la infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI, en 2016, en el juicio contra su entonces marido, Iñaki Urdangarín, por dos delitos contra la Hacienda Pública de los que resultó absuelta.
Con información de EFE
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