La hierba de sapo tiene muchos nombres. Algunos de estos son raíz de sapo, cabezona, espinosa, escorzonera y cardón. Sin embargo, hay dos especies que se conocen con esta acepción: la Eryngium carlinae y la Eryngium heterophyllum.
Por: Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Por tradición, se ha usado esta planta para tratar infecciones urinarias y disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Pero, ¿cuánta evidencia científica hay sobre sus efectos? Te mostramos todo lo referente a la hierba de sapo y sus posibles efectos secundarios.
¿Qué es la hierba de sapo?
Las especies conocidas como hierba de sapo pertenecen a la familia de las Apiaceae. Estas plantas se caracterizan por ser espinosas, perennes y de flores moradas, blancas o azules. Además, son oriundas de México y de otros países de Centroamérica.
De generación a generación se le han atribuido propiedades medicinales capaces de aliviar diversas afecciones. Es posible que este conocimiento provenga de los aborígenes, ya que los pueblos originarios consideraban que la planta podía mejorar afecciones de la vejiga y los pulmones, así como problemas cardíacos.
Sin embargo, en la actualidad la ciencia se encuentra estudiando la veracidad de dichas atribuciones. Veamos qué sabemos al respecto.
¿Para qué sirve la hierba de sapo?
En la medicina popular cada parte de esta planta es utilizada para tratar una serie de padecimientos. Un ejemplo de esto son las hojas; con ellas se prepara un té que se emplea para la tos, para combatir infecciones en las vías urinarias y disminuir los niveles de colesterol.
Una tesis de la Universidad Autónoma de Querétaro estudió estos efectos. Según la investigación, beber una infusión de hierba de sapo de la especie Eryngium carlinae (al 1 % de concentración) es capaz de reducir los niveles altos de triglicéridos y colesterol, así como disminuir el peso y el porcentaje de grasa corporal.
El té de la hierba de sapo también se usa para favorecer la eliminación de cálculos renales. Un estudio publicado en Biochemistry Research International demostró que la E. carlinae puede disminuir los niveles de creatinina (asociados a la insuficiencia renal) y de ácido úrico (vinculados a la formación de piedras en los riñones).
Por otro lado, una investigación en roedores publicada en la Revista Mexicana de cCiencias Farmacéuticas, esta vez con la especie Eryngium heterophyllum, encontró que no cuenta con propiedades antiinflamatorias ni hipoglucémicas; razón por la que no se recomienda como tratamiento para la diabetes o la artritis reumatoide.
Sin embargo, existe evidencia científica de que el extracto de la E. heterophyllum cuenta con actividad tripanocida, siendo capaz de inhibir el crecimiento de los tripanosomas entre un 88 y un 100 %. Podría significar un adyuvante en el tratamiento para las enfermedades causadas por tripanosomas.