El Espectador de Caracas / Últimas Noticias
El 4 de octubre de 1957 fue lanzado por la Unión Soviética el primer satélite artificial del mundo, inaugurando la era espacial en la historia de la humanidad.
El día siguiente en los periódicos venezolanos de la época fue publicada la noticia bomba.
El satélite, el primer cuerpo celeste fabricado por el hombre, fue lanzado con un cohete R-7 desde el 5º polígono de pruebas de investigación del Ministerio de Defensa de la URSS, que posteriormente se conoció como el cosmódromo de Baikonur. El PS-1 (satélite más sencillo-1) era una bola de 58 centímetros de diámetro, pesaba 83,6 kilogramos y estaba equipado con cuatro antenas de poste de 2,4 y 2,9 metros de largo para transmitir señales desde transmisores alimentados por baterías. A los 315 segundos del lanzamiento, el satélite se separó de la segunda etapa del vehículo lanzador, e inmediatamente sus indicativos fueron escuchados por todo el mundo.
El primer satélite voló durante 92 días y completó 1.440 revoluciones alrededor de la Tierra. Orbitó un total de 60 millones de kilómetros. Al principio se pensó en lanzar un satélite pesado con varios instrumentos científicos llamado “Objeto D”, sin embargo, el trabajo se retrasó y, tras sopesarlo todo, los diseñadores decidieron no apresurarse con los dispositivos pesados y desarrollar la versión más sencilla: una nave con dos radiobalizas. El rango de transmisión se seleccionó para que incluso los radioaficionados pudieran rastrear el satélite.
ASÍ SE OYÓ LA SEÑAL DEL SPUTNIK 1
El vuelo del primer satélite artificial del mundo fue precedido por un esfuerzo hercúleo por parte de los diseñadores de cohetes soviéticos. Los científicos Keldysh, Tikhonravov, Lidorenko, Lapko, Chekunov y otros trabajaron en la creación del satélite artificial bajo la dirección del fundador de la cosmonáutica práctica soviética, Sergey Korolev.
El diseño del primer Sputnik se realizaba a tiempos muy rápidos y la fabricación de las piezas avanzaba al mismo tiempo que la producción de planos. El satélite fue hecho lo más sencillo posible, más seguro, y se diseñó para toda una serie de investigaciones científicas.
El satélite emitió ondas de radio en dos frecuencias, lo que permitió estudiar las capas superiores de la ionosfera. Pero ni siquiera tenía tanta importancia científica como política. Fue después del 4 de octubre cuando quedó claro que los ataques nucleares con tecnología de misiles podían llevarse a cabo en cualquier parte del mundo. La superioridad cuantitativa de los estadounidenses en el campo de las armas nucleares ya no fue decisiva. Y este hecho cambió todo el sistema de relaciones internacionales.
El lanzamiento del satélite tuvo una enorme importancia para la Unión Soviética y el mundo entero. Gracias a PS-1, la URSS superó a todos sus competidores en la lucha por el espacio y ocupó una posición de liderazgo. “El noventa por ciento de las conversaciones sobre los satélites artificiales provenían de Estados Unidos. Resultó que el 100% de la acción provenía de Rusia…” – escribió el New York Times en aquellos días. El prestigio de Estados Unidos recibió un duro golpe. No pudo repetir el éxito de la Unión Soviética hasta el 1 de febrero de 1958, lanzando en el segundo intento el satélite Explorer 1.
El satélite soviético ha permitido estudiar las capas superiores de la ionosfera, algo que antes no era posible. También proporcionó datos muy valiosos para futuros lanzamientos, comprobó todos los cálculos y determinó la densidad de la atmósfera superior.
Esto ayudó a la humanidad a iniciar la exploración del espacio exterior: el primer vuelo espacial del ser humano el de Yuri Gagarin, el primer vuelo a la Luna, la exploración de otros planetas con sondas, la construcción de una estación orbital y la salida más allá del Sistema Solar. Sin embargo, el lanzamiento del legendario globo metálico hace 65 años fue el punto de partida.
En honor al lanzamiento del primer satélite artificial, la Federación Astronáutica Internacional declaró el 4 de octubre como el día de la inauguración de la era espacial humana en septiembre de 1967.
Serguéi Pávlovich Korolev
Serguéi Pávlovich Korolev (1907-1966) fue un destacado diseñador y científico que trabajó en el campo de la ingeniería de cohetes y naves espaciales. Es el creador del misil estratégico nacional de alcance medio e intercontinental y el fundador de la cosmonáutica práctica. Sus desarrollos en ingeniería de cohetes tienen una importancia mundial en el campo de la cosmonáutica. Se considera, con razón, el padre de la tecnología espacial y de cohetes, que aseguró la paridad estratégica y convirtió a Rusia en una potencia espacial avanzada.
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