La Guardia Costera italiana socorrió hoy a 745 inmigrantes que viajaban en varias barcazas en aguas del Mediterráneo central, frente a sus costas meridionales, en medio de una oleada migratoria que no cesa desde hace semanas.
La primera operación tuvo lugar en las primeras horas de esta mañana cuando los guardacostas tuvieron que asistir a un pesquero con «muchos inmigrantes» a bordo en las aguas frente a la ciudad de Reggio Calabria (sur), en «la punta de la bota italiana».
En total fueron rescatados 295 inmigrantes y trasladados a tierra en total seguridad.
Poco después, los guardacostas interceptaron a una segunda patera con otros 450 inmigrantes a 100 millas (unos 160 kilómetros) al este de la ciudad siciliana de Siracusa.
La embarcación presentaba «condiciones precarias de navegación» y ha sido asistida por una patrullera de la Guardia Costera, otra de la agencia europea de control fronterizo Frontex y tres mercantes.
El 26 de febrero las aguas sureñas italianas, en concreto las de la localidad calabresa de Cutro, fueron el escenario de un naufragio que se saldó con 88 inmigrantes muertos.
Los rescates de hoy se enmarcan en una oleada migratoria que no cesa y que en lo que va de año ya ha supuesto el desembarco de 20.379 inmigrantes en las costas italianas, más del triple que los 6.518 del mismo periodo del 2022, según datos oficiales.
El Gobierno de la primera ministra ultraderechista Giorgia Meloni ha aprobado una serie de medidas para tratar de contener este fenómeno, como el aumento de las penas para quienes trabajen a las órdenes de las redes de tratas de seres humanos en el mar.
Y también ha aprobado un decreto que en la práctica dificulta las labores de los buques de las organizaciones humanitarias, a las que acusan de fomentar las salidas desde las descontroladas costas del norte africano.
Con información de EFE
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