22 de noviembre de 2024 2:34 PM

Gonzalo Oliveros Navarro: Avergonzados

Así deberían sentirse quienes conducen los destinos de Venezuela desde Miraflores, así como sus fraternos colaboradores de los otros poderes públicos. 

Ellos, hace 24 años, ofrecieron que nuestro país sería una democracia plena, al extremo que, en el artículo 2 de la Constitución que una minoría aprobó y a todos se nos impuso, se estableció que el país se constituiría en un Estado democrático, de derecho y de justicia.

No existe en el país democracia y no la hay, entre otras razones, por la existencia de la reelección indefinida- -en régimen semipresidencialista como lo es constitucionalmente el venezolano-  aunado a la circunstancia que al ciudadano, desde las distintas instancias de poder interno, actuando en comandita, se le ha impedido ejercer su opinión sobre los asuntos públicos cuando lo ha requerido. Es así como se impidió un revocatorio, se sentenció en  casi 200 oportunidades para impedir el accionar de diputados legítimamente electos y se creó, en contravía de la Constitución, una constituyente -en minúsculas- con el solo objetivo, por demás admitido en sus estertores, de sustituir el accionar del parlamento electo el 2015.

Todo ese panorama que describo explica que, según leo hoy en el diario El Tiempo de Bogota, el diario The Economist, coloca a Venezuela en el puesto número 147, de 167, entre las mejores democracias del mundo. 

Eso, que los venezolanos, estemos donde nos encontremos sabemos, no dejaría de sorprendernos si no observaremos que, en el mismo listado, en mejor posición que la nuestra, es decir, con mejor calidad democrática que la venezolana, se encuentran Cuba (139) y hasta la Nicaragua del señor Ortega (143). 

Nosotros, con nuestra indolencia, hemos logrado lo imposible: que el accionar gubernamental de esos gobiernos,  cuyas características todos conocemos, sea considerado más democrático que el nuestro.

A quienes lideran nuestro destino actual, esa posición debería avergonzarles pues evidencia su fracaso como dirigentes, pero  también el nuestro como ciudadanos. 

Venezuela avanza hacia un proceso electoral. En cualquier momento el mismo se realizará. Con todos los problemas que implique enfrentar a un sistema como el imperante internamente a quien no tiene armas solo le queda una herramienta, el voto, que deberá ejercerse cualquiera sea la circunstancia.

Gonzalo Oliveros Navarro 

@barraplural

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