FERNANDO TRAVIESO
El 18 de octubre de 1945 a pocos meses de terminada la Segunda Guerra Mundial se da el golpe de Estado contra el Gobierno democrático del presidente Isaías Medina Angarita, quien promulgó la Ley de Hidrocarburos de 1943, que estaría vigente hasta el año 2001 cuando el presidente Hugo Chávez la sustituye por un nuevo ordenamiento legal.
La Ley de Hidrocarburos de 1943 sentó las bases de una visión en función al interés nacional aumentando las regalías petroleras, unificando a todas las concesiones en hidrocarburos bajo una sola Ley vigente y priorizó el desarrollo de la inversión en refinación en territorio de la República.
En 1938 el presidente de México Lázaro Cárdenas había nacionalizado el sector petróleo en la hermana nación aprovechando que las potencias imperialistas encabezadas por Estados Unidos estaban al borde de la II Guerra y una invasión nuevamente a México resultaba complejo, y siguiendo la estrategia mexicana el presidente Medina en pleno conflicto hace avanzar los derechos inalienables del pueblo de Venezuela sobre el recurso natural que mueve al planeta, ante lo cual las transnacionales petroleras contactaron a Rómulo Betancourt junto a un sector militar descontento y desinformado, siendo fácil deducir que el único que sabía de dónde venía la orden de tumbar al presidente Medina era él.
Igualmente el presidente Medina entre tantas medidas positivas crea el impuesto sobre la renta, que tres años después del golpe de Estado daría la base para que el presidente Rómulo Gallegos modificara su reglamento para exigir el 12 de noviembre de 1948 que ninguna transnacional en petróleo puede obtener un beneficio mayor al Estado Nación venezolano, el famoso fifty-fifty, dando pie a otro golpe de Estado petrolero el 24 de noviembre de 1948 con participación abierta de la Embajada de EEUU, siempre con el apoyo de los intereses británicos en el país.
Hoy cuando gracias a la valiente posición en defensa del interés nacional por parte del presidente Nicolás Maduro Moros se mantiene vigente la Ley de Hidrocarburos de 2001 y la nacionalización de 2007, con el pleno respaldo del pueblo, tanto el organizado en armas para la defensa nacional como del político militante, no está de más recordar que las reservas de petróleo más grandes e importantes del planeta son para beneficio del venezolano de a pie principalmente y no de una oligarquía global.
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