La administración de Nicolás Maduro rechazó que el Departamento de Estado de Estados Unidos quiera mantener sus sanciones.
«Venezuela rechaza las declaraciones del Departamento de Estado reiterando la continuidad de su fracasada política de agresión mediante medidas coercitivas unilaterales», escribió el canciller del gobierno, Yván Gil, en su cuenta de Twitter, alegando que la aplicación de estas sanciones representa «un crimen de lesa humanidad».
«Podríamos pensar que luego de los recurrentes fracasos de los EEUU en su fantasía de derrocar a (el presidente) Nicolás Maduro, la arrogancia e inmoralidad serían cosas del pasado. Lo único intacto hoy es la voluntad de nuestro pueblo por superar las pretensiones de la vileza imperialista», agregó Gil.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo ayer a EFE que mientras «Maduro y sus seguidores sigan reprimiendo al pueblo venezolano y desviando recursos para prácticas corruptas», EEUU continuará «presionando al régimen con sanciones».
El funcionario estadounidense instó a Maduro a sentarse con la opositora Plataforma Unitaria para «resolver los problemas de Venezuela y restaurar la democracia y el Estado de derecho» en el país caribeño.
«Nuestra política de sanciones a Venezuela permanece intacta. Seguiremos imponiendo sanciones a Venezuela para apoyar el regreso a la democracia», dijo.
Maduro pidió el pasado jueves a su homólogo de EEUU, Joe Biden, que levante «todas las sanciones» aplicadas contra Venezuela, las cuales -consideró- son «criminales».
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