A pesar de decenas de detenidos, el narcotráfico insiste en usar a personas como delivery para poner en el mercado su droga y de forma intraorgánica lleven los encargos a sus clientes en Venezuela.

En ese contexto se explica el auge de quienes, preparando su organismo con semanas de anticipación, alquilan sus estómagos. En ellos depositan dediles con clorhidrato de cocaína, una actividad ilicita que ha llevado a muchos a prisión, el más reciente un hombre que se tragó 55, equivalentes a 665 gramos según se desprende del reporte de la Zona Operativa de Defensa Integral 21 del estado Táchira.

Centinelas del Destacamento 215 de la GNB acantonados en la alcabala de Vega de Aza, estado Táchira, descubrieron al hombre con la droga que pretendía llegar al estado Barinas en transporte público, el medio de transporte habitual de los narcos mulas debido a que el narcotráfico arriesga poco con ellos respecto a otros medios de movilización.

El detenido quedó a la orden del Ministerio Público para ser procesado por delitos relacionados con sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

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