Giorgia Meloni reivindicó su rol como futura jefa de gobierno de Italia y prometió trabajar para “todos los italianos”. En su primer breve discurso, luego de que su partido Hermanos de Italia obtuvo una neta victoria en las elecciones legislativas del domingo, celebró el resultado sin precedentes e intentó tranquilizar a los sectores que no votaron por ella.
El Espectador de Caracas / AFP
“No somos un punto de llegada, sino de partida. Italia nos ha elegido y no la traicionaremos (…) gobernaremos para todos”, dijo.
La extrema derecha conquistó la tercera economía de la Unión Europea. La formación de Meloni se consolidó como la mayor fuerza, pasando del modesto 4,3% obtenido hace cuatro años a 22-26%, un resultado sin precedentes, según los datos a pie de urna.
“Los italianos han enviado un mensaje claro de apoyo a un gobierno de derecha encabezado por Hermanos de Italia”, aseguró.
La formación supera ampliamente a sus aliados de extrema derecha de La Liga de Matteo Salvini (8,5-12,5%) y Forza Italia (6-8%) del magnate conservador Silvio Berlusconi.
Hermanos de Italia va a gobernar debido a que se presentó con una coalición de derechas que obtendría en total entre 36,5% y 46,5% de los votos.
“Tenemos una clara ventaja tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado”, se regocijó en Twitter Salvini.
El Partido Democrático, principal partido de la izquierda, no consiguió movilizar al electorado para frenar el avance de la ultraderecha y tuvo que conformarse con una cifra que oscila entre 17% y 21%.
Los antisistema del Movimiento 5 Estrellas obtuvo entre 13,5% y 17,5% de los votos, por debajo de su histórico puntaje de más de 30% logrado en 2018, pero mejor de lo estimado en las encuestas.
El vertiginoso ascenso de Meloni
El vertiginoso ascenso de Meloni se debe en buena parte a que fue la única que se opuso por 18 meses al gobierno saliente del economista Mario Draghi, lo que le ha favorecido para recoger el descontento de los italianos ante la inflación, la guerra y las restricciones por la pandemia.
La formación fundada a finales de 2012 superó al Partido Democrático de Enrico Letta, que pactó solo una alianza con un pequeño sector de la izquierda ecologista. La líder, de 45 años de edad, conocida por su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma, podría convertirse también en la primera mujer que llega a la jefatura de gobierno en Italia.
Junto con sus aliados promete recortes de impuestos, el bloqueo de los migrantes que cruzan el Mediterráneo, así como una ambiciosa política familiar para impulsar la tasa de natalidad de uno de los países con más ancianos en el mundo.
Un eje por una Europa soberana
La victoria genera muchos interrogantes en Europa y cambia el rostro de Italia, ya que pondría en cuestión su posición sobre la Unión Europea, pues aboga por una revisión de sus tratados y hasta por su sustitución por una confederación de Estados soberanos.
Meloni, que no teme defender a una derecha pura y dura, se identifica con el lema “Dios, patria y familia”, y promete luchar contra los grupos de presión gay y las “teorías de género”.
“Giorgia Meloni ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas”, reaccionó en Twitter el español Santiago Abascal, del ultraconservador Vox.
La ganadora de los comicios se convierte así en figura clave para un eje radical de derechas en Europa que pasa por Suecia, Polonia y Hungría.
“Necesitamos amigos más que nunca que compartan una visión y un enfoque comunes de Europa”, reaccionó un vocero del primer ministro húngaro, Viktor Orban.
El gobierno que surja de las elecciones, que tomará posesión a finales de octubre, tendrá de todos modos un camino sembrado de escollos y sin mucho margen de maniobra.
Tendrá que gestionar la crisis provocada por una inflación galopante, mientras Italia ya se derrumba bajo una deuda que representa el 150% del PIB, la más alta de la zona euro detrás de Grecia.