4 de diciembre de 2024 10:45 PM

Genaro Mosquera: Estrategias y tácticas electorales

La conducción bizarra de las funciones del Estado con un sistema de gobernanza socialista, ahora se integra pragmáticamente con la Plataforma Unitaria de manera absolutamente cómplice, ratificando su comportamiento contradictorio, mediante el apoyo a las elecciones regionales acompañados con los objetivos del poder y estrategias financieras. De esta manera, se logra una supervivencia artificial, incluso al margen de la ley, no solo como se ha dicho reiteradamente, sobre la usurpación del poder presidencial e institucional dentro de los principios constitucionales y de la mayoría de las leyes, las cuales instrumentaron ignorando las decisiones electorales del Tribunal Supremo de Justicia que en su oportunidad fue elegido legalmente.

Este Poder Judicial en su momento formuló, demostró y sentenció sobre el particular decisiones que han sido compartidas, apoyadas y ejecutadas por gobiernos democráticos, los cuales no han reconocido formalmente al régimen y han insistido en su declinación y cese a la usurpación otorgando facilidades y recursos a un inexistente gobierno de transición; de paso, solicitando reiteradamente la recomposición del sistema electoral para que un gobierno de transición lleve a cabo elecciones presidenciales y de los estamentos institucionales de una república democrática.

Frente a todo ello se ha desplegado una gran actuación de convencimiento para ir a unas elecciones regionales cuyo fracaso, a pocas semanas del evento, la coalición “régimen-plataforma” (me niego a aceptar la calificación de unitaria en esta última) trata de justificar con los efectos de la crisis venezolana, incluso el de sus autores y donde la mayor parte de candidatos han sido pantomimas de una administración fallida. Basta ver los efectos que ellos han provocado inducidos por las políticas malsanas nacionales conducentes a una crisis sin precedentes y a la huida hacia delante de millones de venezolanos, quienes, por cierto, merman el registro electoral en vista que no votarán, ni que les dieran las facilidades del caso, porque es ilógico y contraproducente, sin considerar que su peso electoral sería decisivo.

El régimen, como se ha dicho sistemáticamente, busca desesperadamente ser reconocido, a tal efecto, organizó las elecciones de común acuerdo con representantes de la plataforma cuyas actuaciones eternas en materia electoral han sido de dudosa y cómplice intervención, dándose el lujo de expresar ante sus nuevos cargos electorales que se ha logrado la garantía de transparencia para la ejecución del proceso.

Como se fuera poco, esta estrategia electoral conduce al fatal reconocimiento formal del régimen, y validar la estructura regional por una vía supuestamente democrática, igualmente se lavan la cara para continuar dentro de un periodo de gobierno usurpador y les permite ejercer precariamente cargos públicos en lo que queda de periodo en acción determinante para continuar en el poder y contribuir a imponer la tesis comunista debidamente conectada con los intereses cubanos, en general de las potencias antidemocráticas sustentadas con la visión integral y conceptual del movimiento globalista o progresista vinculado a los nuevos grandes capitales tecnológicos, listos para apoderarse de los países democráticos y ejercer un nuevo esquema, alejado totalmente del humanismo y privilegiando al crimen organizado y a un régimen de fuerza despreciando el acervo democrático de las mayorías sustentado en el sometimiento a los grandes intereses de los privilegiados.

Para fortalecer dicha estrategia, el régimen y sus aliados han explorado lo necesario para lograr aflojar las restricciones económicas impuestas por los países desarrollados en su afán de proteger derechos humanos y detener el crecimiento delincuencial de la droga y el terrorismo. Acuden a sus oscuros funcionarios infiltrados en los organismos internacionales para que con sus iniciativas logren mediante un esquema maniqueo, poco profesional, pero efectivo políticamente, basado en la observación internacional, si es que ese esquema pueda llamarse acuerdo como el publicitado con la Unión Europea y organizaciones de dudoso comportamiento en el pasado, tal como lo es el Centro Carter. Obviamente, sin dejar de lado la observación interesada de rusos, turcos, mexicanos y de otros países cuyos gobiernos son de origen electoral fraudulento,

Las diatribas de procedimiento parecen un sainete con las declaraciones interesadas de ambos bandos, es decir, régimen-UE que da la impresión de chantaje En el terreno de la observación internacional, si es que así pueda denominarse el acuerdo suscrito entre el CNE y la UE, parece que la forma como se ha manifestado perjudica los planes electoralistas, pero que no son diferencias de fondo puesto que sus representantes están obviamente emparentados con los objetivos socialistas comprometiendo incluso el prestigio institucional de la Comunidad Europea ante el teatro de un impase entre el régimen y el secretario de la diplomacia europea, que con fines particulares, pone en un supuesto estado crítico los acuerdos políticos en Venezuela y en realidad el efecto que produce es comprometer el trabajo de la Unión Europea.

La población como masa social percibe difusa, pero con sentido realista esas maniobras lo cual se traduce en la falta de entusiasmo para su participación masiva, al percibir el engaño y sustenta tal actitud despreciando a falsos ídolos, igualmente mentirosos y oportunistas, Incluso la psicología social de comportamiento similar a  una pandemia se extiende por el territorio, invadido de cubanos, rusos, chinos, turcos, colombianos integrantes de las guerrillas y explotadores de recursos en una policromía criminal global. Igualmente se extiende al sur del continente e incluso, más al norte, cuyas condiciones electorales poco claras generan también poco animo colectivo para participar en procesos cuestionables cuyo resultado es predictible. Es evidente, cuando las elecciones de noviembre, hecho irreversible se produzca con observadores chucutos e improvisados por el tiempo, a esta altura, el representante europeo afirma que “no se puede esperar que las elecciones sean como las del país más democrático del mundo” y que la participación de la plataforma dizque unitaria, tendrá que ser acompañada por la CE porque esa presencia es garantía para la oposición de que esté presente en Venezuela para auditar y garantizar su validez.

Frente a toda la situación expresada, se capturó la atención de la dirigencia de la plataforma, la cual ya se centró en las elecciones, sin importar claro está, la opinión de la potencial mayoría de la población, comprometiendo directamente la lucha por la libertad y la aspiración de zafarse del poder del régimen y de sus vínculos con estrategias similares como son los casos en México, Boliviana Argentina, Nicaragua, Cuba y sus esquemas tácticos están en plena ejecución, en las elecciones colombianas, nicaragüenses  y chilenas.

Como resultado del proceso que nos ocupa, algunos dirigentes, nuevos y no tan nuevos, lograrán parcialmente y minoritariamente sus objetivos particulares, deslastrándose luego de los intereses de la plataforma y actuando dentro de los intereses de su entorno, sin garantía alguna y, sujetos a las directrices de los mentores regionales que los van a reconducir para que no se salgan de la madeja de intereses locales y por supuesto regionales.

Una cuestión quedará clara, con su actitud dejaron congelado el proceso de resistencia y de cambio, lo han diferido para intervenir en algunos años en el proceso electoral presidencial y retomar el ciclo perverso de perdida de la libertad y la democracia en Venezuela.

Nada es eterno, ya vemos cómo van cayendo naturalmente dirigentes de la revolución de pacotilla y depredadora, en lo que nos queda, conviviremos si nos dejan con el régimen y su coalición con la plataforma. Pero no vamos a dejar de luchar y procurar que lideres emergentes rompan este pernicioso concubinato tratando de que se conviertan en un pivote de la lucha por la reconquista de la democracia en Venezuela. Los desafíos deberán enfrentarse con nuevos métodos y con nuevas herramientas para comenzar otro ciclo. Quizás también haya diferentes jugadores.

El Nacional

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