Para nadie es un secreto la crisis hospitalaria que vive el país. Sin embargo, la escasez de profesionales y medicamentos se ha convertido en un verdadero infierno para los pacientes.
Por: Espectador de Caracas con información de CaraotaDigital
Así fue el caso de Eddy Yasmín Mejía Andrade, una mujer de 44 años quien vivió un momento tortuoso en el Hospital Central de San Cristóbal, al cual ingresó por un problema ginecológico.
En una entrevista reciente, la tachirense confesó el martirio que sufrió en el centro asistencial, donde además perdió la vista.
UN VERDADERO INFIERNO: LA TRÁGICA HISTORIA DE EDDY
Tal y como reseñó La Nación, Mejía, quien además es técnico superior en administración, fue diagnosticada en 2020 con seis miomas uterinos.
Pese a que intentó controlar su patología con medicamentos, el 3 de enero sufrió una hemorragia que la obligó a visitar la sala de emergencias.
Aunque su ingreso al Hospital Central transcurrió con normalidad, la mujer pronto se percató del calvario que sufriría para controlar su sangrado.
Eddy mencionó que solo le permitieron ingresar con una bata quirúrgica, por lo que muerta de frío y sobre una camilla, sufrió un aborto de mioma.
«Cuando me dejan hospitalizada a mi hermano no le piden nada, lo sacaron de la sala de parto porque no es un lugar donde los hombres deben estar (…) No tenía medicamentos ni comida«, mencionó.
En su testimonio, la afectada recordó que uno de los médicos del centro le diagnosticó cáncer de cuello uterino sin siquiera realizarle estudios.
«Sin piedad me dijo que tenía cáncer. Dijo que tenían que hacerme una biopsia para ver si era certero por las laceraciones, aparte de eso, decía que el cuello uterino estaba totalmente blanco. Nosotras sabemos que debe ser rosado», precisó.
EL MALTRATO
Adolorida y cansada, Eddy recibió la visita de otro médico quien le sugirió otra biopsia alegando una inflamación en el endometrio.
La mujer fue sacada de la habitación y llevada al cuarto de ginecología, donde esperó por apoyo ya que no podía bajarse de la camilla.
«Entró un médico y de manera grosera pregunta qué hago allí acostada. Respondí: Doctor no me puedo bajar, esto es muy alto y no tengo cómo hacerlo. La respuesta fue ‘bájese como pueda, no podemos seguir perdiendo tiempo’ y se retira, me deja sola en la habitación», mencionó.
OTRO MARTIRIO
Luego de intensas horas de dolor y sin apoyo de los galenos, la mujer relató cómo se golpeó la cabeza en un intento por moverse de la camilla.
«Me empecé a deslizar con el cuerpo, en ese momento la camilla se levanta, me voy al suelo, pero la camilla me golpea la parte superior izquierda de la cabeza y la parte derecha pegó del divisor de metal. Al caer completa nuevamente la camilla golpea mi cabeza, acción que me empujó de nuevo hacia el metal y le puse de nuevo en la frente», explicó.
Estando aún en el piso, uno de los doctores le tomó del brazo y la hizo levantarse: «No perdí el conocimiento, como pude seguí y en el trayecto vi que el banquito que necesitaba para levantarme de la camilla estaba a unos pasos del lugar donde caí, pero nadie me lo acercó».
Horas después de haber recibido el golpe, Eddy experimentó un intenso dolor de cabeza que no recibió atención. Solo pudo captar la atención de una de las enfermeras, quien le suministró un medicamento sin mediar palabras, sumiéndose en un profundo sueño.
«ESTOY CIEGA»
El 4 de enero del 2021, la mujer fue despertada por los galenos, quienes se mostraron sorprendidos con su revelación: no veía absolutamente nada.
«Abrí los ojos y ya no veía nada. Lo único que veía a través de ellos era una mancha como vinotinto, roja. Cada vez que el médico me decía ‘señora, cómo se siente’ mi respuesta era la misma ‘no veo nada doctor», señaló.
El problema ginecológico pasó a segundo plano. Luego de varias horas de angustias y más dudas que respuestas, un informe reveló que sufrió un ACV y esto le produjo una hemorragia cerebral.
«En la sala entró mi hijo, estaba junto a un médico y una mujer. Le dijeron que yo tenía una hemorragia vítreo lateral, desprendimiento de retina y desprendimiento de córnea del ojo derecho (…) No entendió nada y yo mucho menos».
SIN DIAGNÓSTICOS NI INFORMES
Eddy Mejía, quien actualmente inició una campaña de GoFundMe para recuperar parcialmente su visión, mencionó que su paso por el hospital de Táchira solo arrojó informes oftalmológicos.
Además, pasó al menos 24 horas sin ingerir alimentos ni tener contacto con sus familiares. Sus 11 días en emergencias son testimonios de negligencia y maltrato. Nadie se responsabilizó por su estado.
Poco tiempo después se comprobó que no sufrió un ACV, las tomografías arrojaron un traumatismo generado por el intenso golpe con la camilla.
«Fui tratada de la manera más inhumana en el Hospital de San Cristobal… Para mí no hubo oportunidades. Aquí me doy cuenta que sí es verdad, que hay médicos que son muy crueles y a mí me tocaron esos».
Actualmente agradece a Dios, al amor y el esfuerzo de sus familiares para cubrir los gastos médicos. El portal asegura que desde una inyectadora hasta las medicinas fueron cubiertos por los parientes.