Ante más de 3.000 personas, mientras los niños gritaban expectantes el nombre de la estrella mundial Kylian Mbappé a la salida de los futbolistas, el fenómeno francés se reveló como la ausencia del entrenamiento de este jueves en el estadio del Padeborn, donde se ejercitó en el gimnasio para luego saltar al césped para hacerse algunas fotos y observar el tramo final de la sesión del equipo, a cuatro días del debut en la Eurocopa 2024 contra Austria, en la primera jornada del grupo D.

El pasado domingo, el nuevo delantero del Real Madrid apenas jugó un cuarto de hora en el último amistoso previo de preparación para el torneo continental, el empate sin goles frente a Canadá. Didier Deschamps, su seleccionador, lo atribuyó a un golpe sufrido en el amistoso anterior contra Luxemburgo, que le había originado un hematoma «importante en la rodilla», según valoró el técnico al término del choque contra los norteamericanos.

Sin Mbappé y Kyngsley Coman (afectado por una faringitis), Francia enfoca ya al estreno. Didier Deschamps, que también contrajo el virus, dirigió la sesión con absoluta normalidad, pendiente también de la evolución tanto de Aurelien Tchouameni, que no jugó ninguno de los dos últimos amistosos con Francia por lesión, como de Dayot Upamecano, quien sí jugó ambos choques ante Luxemburgo y Canadá.

Los dos se ejercitaron al margen, con trabajo específico, mientras sus compañeros entrenaron con más intensidad sobre el terreno, entre la expectación surgida en la grada cuando después irrumpió Mbappé en el campo, en zapatillas, como el centro de atención para toda la grada, que coreó de nuevo su nombre.

Con información de EFE

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