Alberto Fernández, expresidente de Argentina, denunció penalmente a su expareja Fabiola Yáñez por “violación de secreto” tras la difusión de varios videos íntimos que lo involucrarían con una presentadora de televisión del país sureño.
En medio de la denuncia por delitos de violencia de género que realizó Yáñez en las últimas semanas en contra de su exmarido, y posterior imputación por parte de la justicia bajo los cargos de “lesiones graves” y “doblemente agravadas por el vínculo”, Fernández ahora se enfrenta a la divulgación que hicieron los medios argentinos del material privado hallado presuntamente en un celular de su pequeño hijo.
La denuncia fue presentada ante los tribunales federales de Comodoro Py y en esta se acusa a Yáñez por los delitos de violación de secreto y acceso ilegítimo a la nube de Google, según indica el texto, al que tuvieron acceso distintos portales argentinos.
Videos íntimos en el teléfono de su hijo
Fernández precisó que los videos estaban en un teléfono que era de su propiedad y que le había regalado al hijo de dos años que tiene con Yáñez.
“El hecho que vengo a denunciar es la difusión de unos videos en los que me encuentro con Tamara Pettinato, persona a quien conozco hace muchos años, sé de su integridad y solo mantuvo un almuerzo conmigo tras un reportaje que me hizo en los términos de cordialidad y jocosidad propios del vínculo de confianza que nos une”, afirmó.
Por lo que señaló a su expareja como “la única persona que tenía acceso a la información que se ha difundido”.
“Que mi hijo tenga el celular no habilita a la Sra Yáñez a que extraiga información privada sobre mi persona y de terceros ajenos al proceso”, agrega el texto de la denuncia.
Campaña de desprestigio
Los archivos en cuestión son videos presuntamente filmados por Fernández en los que se le escucha hablando en un tono íntimo con la presentadora de radio y televisión Tamara Pettinato en la Casa Rosada (palacio presidencial).
El expresidente aseguró que es víctima de una “campaña de desprestigio” mediante un “accionar direccionado” para “violentar” su intimidad y la de terceros a través de la “publicación descontextualizada a cuentagotas de información privada sustraída y difundida ilegalmente”.
Sobre ese supuesto, pidió a la Justicia que ordene el cese de la publicación o reproducción del material sustraído del celular.
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