22 de noviembre de 2024 2:37 AM

Fermín: Yo he sido y sigo siendo un promotor del entendimiento y de los acuerdos

El candidato por el partido Soluciones para Venezuela, el profesor Claudio Fermín, asegura que jamás he formado parte o ha respaldado acciones de los extremos políticos que hoy convergen en el país. Asegura que tiene plena convicción de que la conciencia ciudadana será la única que velará por los votos en las elecciones del 28 de julio, más allá de los testigos o partidos.

Caracas. Con 74 años y dos candidaturas presidenciales en la espalda, el profesor Claudio Fermín, sociólogo y candidato a las elecciones del 28 de julio por el partido Soluciones para Venezuela, asume su tercera postulación a la silla de Miraflores con una propuesta de integración en las manos y “absoluta confianza en el sistema electoral” y en que, con o sin testigos, la “conciencia electoral” de los ciudadanos será garante del proceso.

Por: Génesis Carrero

Ir a una elección pensando que usted es el único en esto y que todos los demás son unos delincuentes es una aberración, es una enfermedad. Yo tengo absoluta confianza en el sistema electoral y en los testigos de mesa. Y nosotros andamos proponiendo una salida distinta que estoy seguro de que el país tiene tiempo para considerar y que yo le pido, con respeto, al país que cambie de opinión”, sentenció en entrevista a Crónica.Uno

Fermín no olvida a los adultos mayores en sus propuestas. Habla con propiedad tanto de ese tema como de los daños que, a su juicio, el chavismo ha hecho al país. Y que él ha intentado combatir durante los últimos 25 años desde una postura, dice, alejada de la “oposición extremista”, a la que acusa de promover golpes de Estado, abstencionismo y hechos violentos. 

Al sostener que nunca ha sido parte de los extremos polarizados que hoy concentran la mayor intención de voto, expone su oferta como una capaz de generar un cambio en el país que sirva para la reconciliación. 

“Esta es una candidatura que va creciendo en su perfil, creciendo en su claridad. Queremos que el país tenga una alternativa diferente a los dos planteamientos segregacionistas, a los dos planteamientos excluyentes. No estamos de acuerdo con esos modelos que se están planteando y esa es nuestra razón de ser, ofrecer otra alternativa”, afirmó.

Haciendo uso de su pedagogía como docente universitario, Fermín insiste en que es hora de que el país “tome conciencia”. Llama a la ciudadanía a ejercer “un voto de calidad” que no siga “chantajes” ni “manipulaciones”.

Por el entendimiento

—¿Cuáles son los atributos que cree tener y que lo califican para ser presidente de Venezuela?

Yo prefiero ubicar mi respuesta en una posición política. Yo he sido, con convicción, y lo sigo siendo, un promotor del entendimiento, un promotor de los acuerdos, un impulsor del interés nacional como centro de convergencia. (Espero)  que los asuntos de interés nacional puedan generar sinergia, que podamos remar todos en ese sentido. 

El modelo de confrontación, el modelo de conflicto, es un modelo que no solo contamina la atmósfera de conflictividad, sino que genera inseguridad, genera desconfianza y genera incertidumbre.

Entonces, más que un atributo personal es una propuesta que yo respaldo y, por eso, he propuesto un gobierno de integración.  ¿Qué llamo yo un gobierno de integración?  Un gobierno en el que los factores de la producción formen parte de las decisiones públicas. El factor del capital, el que compra los equipos, el que paga la nómina, el que arriesga, el que produce los bienes, el que paga los impuestos. El factor de las inversiones(…) Sin esos factores de la vida nacional formando parte de la toma de decisiones no habrá reactivación de la economía.

El interés nacional tiene que ser atendido por un gobierno de integración. De tal manera que, más que una cualidad o atributo personal, es una concepción política distinta a la concepción de que lo más importante es acabar con el contrario, es exterminar al contrario. 

Estos dos extremos que vienen polarizando la política. Unos se han equivocado con lo de los presos políticos, el cierre de emisoras, las expropiaciones, las confiscaciones, la persecución. Los otros han terminado de hundir al país con sus intentos de magnicidio, golpes de Estado, injerencia extranjera, presidencia interina, llamados a la abstención.

Yo quiero un cambio, yo trabajo por el cambio. Pero yo no quiero el cambio a costa de la ruina de mi país. Hay otros a los que no les importa recibir un país en ruina, con tal de que eso contribuye al cambio político. Entonces la presencia de mi candidatura es el aporte serio de una posición política.

—Usted habla de entendimiento e integración, pero ¿en qué se diferencia su propuesta de la de los otros siete candidatos dentro de la llamada tercera vía que promueven también estos criterios?

—La campaña es muy fugaz y aquellos que no estamos en los polos extremos no somos tan llamativos. Porque el discurso de “no volverán” o “los meteré presos a todos”, o “los aplastaré” son discursos que son narrativas que tienen mucho colorido, que son muy llamativas. Son narrativas infames que le hacen daño al país, pero muy atractivas. Que inflaman el espíritu y, además, son muy noticiosas. Entonces, frente a ese atractivo de narrativa, los otros, que estamos planteando cosas tan absolutamente reales como reclamar que haya agua todos los días, que haya dinero para construir acueducto, que haya educación (…) frente a eso no ha sido tan atractivo lo que hemos planteado nosotros en el careo político.

No conozco bien los asuntos de otros candidatos, pero por supuesto que hay algunas diferencias. Nosotros, por ejemplo, en mi candidatura, no solamente planteamos un modelo de reactivación de la economía, un gobierno que acabe con el modelo de confrontación, uno que sea un modelo de integración, una gerencia pública que le dé prioridad a las necesidades.

Nosotros creemos necesario y fundamental que el gobierno sea la materialización de políticas venezolanas, soberanas.

Mi candidatura tiene un marcado énfasis en ese aspecto. En favor de la soberanía, pero no solo la soberanía política, sino de la soberanía económica que es indisoluble  de la soberanía política. Entonces tengo diferencias en cuanto a la orientación del gasto con otros candidatos. En cuanto a la dolarización. Tengo diferencia en cuanto a las relaciones internacionales, pero todas esas diferencias se pueden subsanar a través de la política. La política es debate, la política es alianza. Y por qué un venezolano va a tener a menos sentarse con otros venezolanos que piensan distinto y tratar de llegar a acuerdos.

Mi concepto de soberanía, mi concepto de integración, mi concepto de orientación y respaldo a los sectores más vulnerables le dan un perfil propio a esta candidatura.

La propuesta

—¿Podría sintetizar las principales propuestas de su plan de gobierno?

—En primer lugar, constituir un movimiento de integración. Un gobierno de integración es una señal de confianza al mundo de que los venezolanos estamos unidos en torno al interés nacional.

Una segunda propuesta es la reforma del Estado, el nudo de la economía, el corazón de la economía. Los recursos son escasos, si los recursos fuesen abundantes no habría problema económico. El problema económico y, permítanme sintetizarlo apretadamente de esa manera, viene de la escasez de los recursos y como los recursos siempre son escasos.

Todos los recursos tienen que orientarse de manera racional hacia las necesidades más importantes. Eso no está ocurriendo. Por tanto, una reforma del Estado que reoriente los recursos hacia los sectores más necesitados es fundamental (…). Los impuestos que los venezolanos paguen deben orientarse al servicio público. Tienen que dedicarse a la salud, a la educación, al abastecimiento de agua, a las infraestructuras para que haya distribución eléctrica apropiada, distribución de gas doméstico. De tal manera que reorientar el aparato del Estado hacia los servicios y hacia los servicios prioritarios es un segundo objetivo.

Un tercer objetivo importante del gobierno tienen que ser los sectores vulnerables. Como antes dije, el Estado tiene que impulsar y apalancar a los sectores que están más hundidos en la pobreza a que reanimen su condición productiva y su bienestar familiar. El Estado tiene que empujar a la equidad, a la igualdad. El Estado no puede estar indiferente frente a este grave drama de la desigualdad.

Estos son puntos fundamentales en nuestro esquema de gobierno. Ahora, cuando digo reorientar el gasto, me estoy refiriendo, por supuesto, a darle prioridad a la salud (…). Consultorios pediátricos en todas las parroquias, consultorios geriátricos en todas las parroquias. Dotación y equipamiento de todos los centros, de hospitales con formación de un banco de prótesis, la verdadera gratuidad de la salud que en Venezuela se acabó.

La reorientación a la inversión en salud, en educación, en protección del ambiente, en seguridad personal, en infraestructura, han de ser los objetivos del Estado. 

Entonces, cómo combatir la pobreza, cambiando el modelo económico. Lo que significa construir una nueva arquitectura de confianza y de respeto a las inversiones y al factor trabajo y al factor tecnología. Un primer gran objetivo reorientar el gasto público para que los servicios sean servicios de calidad la educación.

—¿Cuáles son sus propuestas para las mujeres y para la población LGBTI?

La democracia implica convivencia. Nosotros protestamos la segregación. Segregar a grupos humanos por su origen político, por su orientación sexual, por su lugar de nacimiento, por su etnia, por su raza. Segregar grupos sociales por su edad, como ocurre con los viejos en Venezuela, es un crimen.

Nosotros estamos en contra de la segregación y estos discursos extremos y estas conductas extremistas son conductas segregacionistas. Son planteamientos excluyentes de otros sectores. Así que nuestra primera oferta a todos estos grupos, particularmente a las mujeres y a las personas con orientación sexual diversa, es primero sostener una conducta democrática seria. Es decir, una conducta de inclusión, una conducta de equidad, una conducta de igualdad ante la ley. Eso lo resuelve todo: la igualdad ante la ley y la equidad, la justicia.

La democracia es el respeto a la minoría. La democracia es la oferta de igualdad de oportunidades para todos, seas mujer, negro, extranjero, viejo, igualdad de oportunidades para todos.

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