Dianne Feinstein, cuyas tres décadas en el Senado la convirtieron en la senadora más longeva de la historia de Estados Unidos, murió a sus 90 años, según una fuente familiar.
La muerte de la congresista otorgará al gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, el poder de nombrar a un legislador para que cumpla el resto del mandato de Feinstein, manteniendo la mayoría demócrata en la cámara hasta principios de enero de 2025. En marzo de 2021, Newsom dijo públicamente que tenía una lista de “múltiples” sustitutos y se comprometió a nombrar a una mujer negra si Feinstein se retiraba.
Feinstein, demócrata, fue una fija de la política californiana durante décadas y fue elegida por primera vez senadora en 1992, tras una histórica carrera política en San Francisco.
Feinstein rompió una serie de techos de cristal a lo largo de su vida y dejó sus huellas en algunos de los trabajos más importantes del Capitolio en la historia reciente, como la prohibición federal de las armas de asalto en 1994, que ya no existe, y el informe sobre torturas de la CIA de 2014.
En sus últimos años, la salud de la demócrata de California fue objeto de un creciente escrutinio y especulación. Una hospitalización por herpes zóster en febrero la llevó a una ausencia prolongada del Senado —lo que provocó las quejas de los demócratas, ya que el tiempo de ausencia de Feinstein ralentizó la confirmación de los candidatos judiciales designados por los demócratas— y cuando regresó al Capitolio tres meses después, se reveló que había sufrido múltiples complicaciones durante su recuperación, incluyendo el síndrome de Ramsay Hunt y encefalitis.
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