La Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV) rechazó el martes el uso y promoción de las llamadas «terapias de conversión» en el país, con las que profesionales y religiosos pretenden «corregir» la orientación sexual o expresión de género de personas que no tienen ningún trastorno mental.
En un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, el gremio recordó que la homosexualidad y transexualidad no son enfermedades y, por tanto, «no existen tratamientos psicológicos, psicoterapéuticos ni psiquiátricos dirigidos a ‘curar’ la diversidad sexual».
«Las llamadas terapias de conversión o reparativas que se proponen ‘curar’ (…) cualquier expresión de la sexo-diversidad están prohibidas a nivel mundial pues vulneran la libertad de los consultantes a la autodeterminación».
La federación subrayó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas en general prohíben las intervenciones y exponen que son consideradas una violación a los derechos humanos, «incluso considerándolas una forma de tortura».
El texto agregó que en el caso de Venezuela, la Constitución y tratados internacionales a los que está adscrito el país garantizan derechos sexuales para gais y lesbianas, así como para personas trans, bisexuales e intersexuales.
En ese sentido, la FPV condenó «categóricamente cualquier acto discriminatorio frente a cualquier persona» y exhortó a la población en general a «rechazar este fraude que solo trae más sufrimiento físico y emocional a las personas».
«Condenamos la oferta y prácticas de las mal llamadas terapias de conversión. Estos son procedimientos violatorios de los derechos humanos y, en consecuencia, implican una falta ética gravísima por parte de profesionales de la salud mental que las empleen».
Los psicólogos añaden que el uso de estas prácticas tiene comprobados efectos nocivos en las personas LGBTI, «entre los que destacan el aumento de trastornos depresivos, de ansiedad y suicidio».