El Coliseo Alfonso Pérez fue el escenario para ver caer a otro grande en la jornada de hoy del fútbol español, aun frescas las lamentaciones en Valdebebas donde el Cádiz derrotaba al Madrid a domicilio, el FC Barcelona cae derrotado por el Getafe 1-0 gol de Mata de penalti.
Se hablará mucho de Griezmann. Jugó por dentro, donde le gusta, y mandó al limbo la más clara del Barça, como contra el Sevilla. Esas acciones que Koeman le pidió que decidiera. Cuatro partidos, cero goles. Y el Madrid en el horizonte.
El Getafe se lleva los tres puntos ante el Barça en un partido sufridísimo. En la primera parte el Barça no supo reflejar en el marcador la superioridad de que dispuso y luego, en la segunda mitad, los madrileños llevaron el partido a su terreno. Ahí, el Barça no supo que hacer e hincó la rodilla con un penalti polémico.
A una semana del Clásico afrontaba el Barça el duelo en Getafe a sabiendas que el Madrid la había pifiado ante el Cádiz. Era una oportunidad de oro para cazar a los de Zidane, además con un partido menos, y pasar la crisis al Paseo de La Castellana. Pero el fútbol es como es.
Koeman había sorprendido con el once. Ya saben, las rotaciones, el parón por selecciones, el maratón de partidos que se avecina por la Champions… En fin, que Pedri y Dembélé eran titulares, dejando a Coutinho y Ansu Fati en el banquillo. El Geta, mucho más reconocible, apenas presentaba a Cabaco por Etxeita como compañero de Djené en el centro de la zaga.
Al Getafe le da igual el color de la camiseta rival, si delante está Griezmann o Pepito. El estilo de Bordalás es conocido de sobra. Y la camiseta rosa no iba a cambiar los planes, ni mucho menos. De hecho, la primera ocasión fue azulona. Habían pasado 18 minutos sin nada potable que llevarse a la boca, cuando Maksimovic recibió en el área y empaló con potencia, aunque centrado, lo que facilitó la parada de Neto. El Barça ‘pegó’ a la siguiente. Un contragolpe bien llevado por Pedri lo culminó Messi desde fuera del área con un zapatazo con la zurda que chocó contra el palo de David Soria. Así que seguíamos como estábamos.
La sensación durante esos minutos es que se jugaba más en terreno del Barça, la presión azulona apenas dejaba maniobrar al rival y el partido parecía que se estaba desarrollando más según lo que había planeado la pizarra de Bordalás que la de Koeman.
Pero otra vez el Barça fue quien pudo adelantarse en el marcador al filo de la media hora. Dembélé y Pedri trenzaron una jugada que acabó con un maravilloso pase del internacional sub 21 habilitando en el mano a mano a Griezmann. Ahí la tenía el francés, solo, encarando a David Soria con todo a favor… y chutando a las nubes. Nunca es bueno fallar, pero esta semana menos, Antoine. Hechos y no palabras.
Poco a poco el partido fue girando hacia el dominio azulgrana, perdón, el dominio rosa. No es que le preocupe lo más mínimo al Getafe no tener la posesión del balón, pero es cierto que si el balón pasa más tiempo en tu campo que en el del rival, es más difícil ganar los partidos, pero no imposible, claro. No es que el Geta pidiera a gritos el descanso, pero casi, casi. Pedri crecía por momentos y el mejor fútbol salía de sus botas. Personalidad, técnica, visión de juego, ahí hay un futbolista de quilates.
La segunda parte arrancó más o menos con la misma dinámica. Sin embargo, en el minuto 55, De Jong cometió un penalti de lo más tonto sobre Djené. La jugada no ofrecía peligro y el holandés picó como un juvenil ante el central. Jaime Mata no perdonó desde los once metros y el Getafe ya tenía el partido donde quería.
Había por delante más de media hora para poner a prueba el cuajo del nuevo Barça de Koeman. Del Getafe ya sabíamos lo que nos esperaba, es decir, lo que funciona no se toca. Lo primero que hizo el técnico holandés fue recuperar su once titular, por así decirlo. Pedri y Dembélé dejaron su sitio a Ansu Fati y Coutinho. No habían sido ni mucho menos los dos peores del Barça, pero ya se sabe que el entrenador es el que manda. Evidentemente.
Tenía tarea por delante el Barcelona. Quedaba tiempo, pero meterle mano al Getafe yendo por detrás en el marcador no es nada fácil. El dominio, como no podía ser de otra forma, ya era casi total de los visitantes. Pero sólo fogonazos, fuegos de artificio.
Poco a poco, el Getafe empezaba a atisbar la tierra prometida. Era sólo un gol y delante estaban nada menos que Messi, Ansu, Griezmann y compañía, con lo que confianzas las justas. El reto era nada menos que lograr por primera vez ganar al Barça en LaLiga. Tocaba resistir, como fuera, pero resistir. Y si se podía dar la estocada, preferentemente a balón parado, pues mucho mejor. De hecho, la tuvo el Cucho, incansable todo el partido. Se sacó un zurdazo que repelió Neto y luego el larguero. La volvió a tener después, en un mano a mano que envió a las nubes. Dio igual. El Barça no daba para más.