El hombre al que mató ayer un dron ruso en Leópolis había acudido a su primer día de trabajo como civil tras regresar del frente, informó este miércoles el alcalde de la ciudad del oeste de Ucrania, Andrí Sadovyi.
«Detrás de cada muerte hay una historia de vida», escribió el regidor en su canal de Telegram, quien reveló que Petro Burban, de 32 años, acababa de desmovilizarse del ejército, donde había combatido durante año y medio tras presentarse voluntario al inicio de la invasión rusa.
«Regresó a su familia desde la guerra. Su mujer y sus tres hijos pequeños estaban esperando a Petro en casa», agregó.
Tras dos semanas buscando trabajo, Burban estaba realizando ayer su primer turno en uno de los almacenes que fueron atacados por drones rusos en la noche del martes.
Sadovyi publicó también una imagen de Burban y su familia el 1 de septiembre, el día en que los niños regresaron al colegio en Ucrania, donde se le ve con su hija, de siete años, y sus dos hijos, de cinco y dos años.
Según la ley ucraniana, como padre de tres hijos menores de edad Burban no habría sido movilizado para servir en el ejército, pero se presentó voluntario cuando las tropas rusas estaban aproximándose a Kiev y a otras zonas en el norte, este y sur del país.
Miles de usuarios en redes sociales expresaron sus condolencias a la familia del hombre, con hashtags como «Rusia mata» y «Rusia es un país terrorista».
Según el consejo municipal de Leópolis, un hombre permanece hospitalizado tras ser herido en el ataque que costó la vida de Burban, mientras que los daños materiales se cifran en 450 millones de grivnas (11,3 millones de euros).
El incendio causado por los drones provocó la destrucción de 300 toneladas de ayuda humanitaria y quemó bienes de 59 empresas en un área de 10.000 metros cuadrados en la que solían trabajar 320 personas.
Con información de EFE
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