Estados Unidos emitió el martes, 17 de noviembre, una autorización de emergencia para la primera prueba rápida de COVID-19, que realiza el diagnóstico sin tener que salir de casa. Esto debido a que, la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó un kit de prueba para las personas sospechosas de estar contagiadas. La prueba, se realiza solo con receta médica y ofrece resultados en 30 minutos.
El test permite a los usuarios tomarse ellos mismos una muestra nasal. Después se frota el hisopo nasal en un vial con una solución de laboratorio que se conecta a un dispositivo portátil. Los resultados se muestran como luces de colores identificadas como positiva o negativa.
Según la empresa desarrolladora, Lucira Health, el kit costará menos de 50 dólares.
«Seguimos demostrando una velocidad sin precedentes en la respuesta al COVID-19», tuiteó el comisionado de la FDA, Stephen Hahn.
«La FDA autorizó la primera prueba COVID-19 que es totalmente autoadministrada y proporciona resultados en casa. Es un avance importante, lo que subraya nuestro compromiso de ampliar el acceso a las pruebas».
Una autorización de emergencia es un permiso temporal o bajo ciertas condiciones que otorga la FDA para responder a una situación de urgencia, como una pandemia. Posteriormente pueden revocarse o modificarse si aparecen nuevos datos sobre su eficacia o su seguridad.
Hasta ahora, la FDA ha autorizado casi 300 pruebas diagnósticas de coronavirus. La gran mayoría requiere que un profesional sanitario tome las muestras en la nariz y deben procesarse en laboratorios utilizando equipo de alta tecnología.
La FDA aprobó a finales de abril y principios de mayo el uso de pruebas para realizar en casa pero a diferencia del kit de Lucira Health, laboratorios autorizados tenían que dar los resultados.
Hasta el martes 17-N, Estados Unidos registró 11.340.563 casos de covid-19 y 248.429 muertes, el país más afectado del mundo, según la Universidad Johns Hopkins.