Tres presuntos espías de Rusia, todos ciudadanos búlgaros, fueron detenidos el pasado febrero en el Reino Unido como parte de una amplia investigación sobre seguridad nacional, según reveló este martes la cadena británica BBC.
Los tres, en custodia policial desde febrero, han sido identificados como Orlin Roussev, 45 años; Bizer Dzhambazov, 41, y Katrin Ivanova, 31, que llevaban varios años viviendo en el país.
Los detenidos, que trabajaban supuestamente para los servicios secretos rusos, están acusados de portar documentos de identidad con «intención indebida», a sabiendas de que eran falsos.
Los documentos incluyen pasaportes, documentos de identidad y otros documentos del Reino Unido, Bulgaria, Francia, Italia, España, Croacia, Eslovenia, Grecia y la República Checa.
Los tres, según la BBC, fueron arrestados en virtud de la Ley de Secretos Oficiales por detectives de la unidad antiterrorista de la Policía Metropolitana de Londres, más conocida como Scotland Yard, que tiene responsabilidad policial nacional en materia de espionaje.
Roussev estaba domiciliado en el condado de Norfolk, este de Inglaterra, mientras que los otros dos vivían en el barrio de Harrow, al noroeste de la capital británica.
Roussev entró en el Reino Unido en 2009 y pasó varios años trabajando en servicios financieros, en tanto que Dzhambazov trabaja para hospitales e Ivanova era asistente de un laboratorio.
Se espera que los tres sean procesados en el tribunal penal de Old Bailey, en Londres, el próximo enero.
Este caso sigue a otras operaciones de los servicios secretos rusos en años recientes en territorio británico.
En 2018, agentes rusos intentaron asesinar al ex espía ruso Sergei Skripal y su hija, Julia, en su casa de la ciudad de Salisbury, en el sur de Inglaterra, mientras que en 2006 fue envenenado en la capital británica el antiguo agente ruso Alexander Litvinenko.
Con información de EFE
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