Un teléfono está diseñado para durar un tiempo determinado, pero ciertas prácticas pueden reducir aún más su vida útil. No es una problemática nueva, ya que, al igual que todos los dispositivos tecnológicos, se caracterizan por tener una obsolescencia programada.
Sin embargo, ciertas prácticas que se hacen en el día a día pueden causar una aceleración de este proceso. Por eso, el medio digital SlashGear ha preparado una lista de los errores más comunes a la hora de usar el teléfono y cómo evitarlos.
Dejar que el teléfono se sobrecaliente
El sobrecalentamiento es un proceso relativamente común entre todos los dispositivos tecnológicos. Suele ser especialmente recurrente durante los meses más calurosos, al estar expuestos al sol o al realizar actividades que requieren cierta potencia de procesamiento. No obstante, puede tener consecuencias si se produce durante un tiempo prolongado, como deformar las piezas del smartphone y dañar a la batería.
En el peor de los casos, el teléfono puede llegar a incendiarse e incluso explotar debido a la fuga de gases de la batería de litio.
En tal caso, se recomienda cerrar la tarea o actividad que esté aumentando el procesamiento, y evitar dejarlo en ambientes con altas temperaturas.
Golpear el móvil o no guardarlo de forma adecuada
Golpear el móvil al dejarlo en el bolso o apoyarlo sobre la mesa no afectarán su rendimiento, mientras no se realice de forma continua.
Otra práctica habitual es guardarlo en el bolsillo trasero del pantalón, acción que genera una gran presión al agacharse o sentarse, causando grietas en la pantalla.
Hacer uso excesivo del teléfono
Un teléfono necesita reposo cada cierto tiempo y su uso excesivo puede reducir su vida útil considerablemente. Por eso, no es una buena señal que la dependencia a los móviles vaya en aumento, haciendo que su tiempo de actividad supere lo recomendable, tanto para la salud como para el propio dispositivo.
Es por ello que, apagar el teléfono durante algunos minutos puede ayudar a borrar el caché y cerrar todas las acciones que se estén ejecutando en segundo plano.
La batería también se beneficia de esto, al contar con una cantidad limitada de ciclos de carga antes de comenzar a degradarse.
De igual forma, cargar la batería con demasiada frecuencia también es una de las principales causas de degradación. A pesar de que existen ciertas marcas como Apple que tienen sistemas de seguridad con protección contra las sobrecargas, un uso elevado sigue siendo un problema.
Con información de 2001
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