Emily Carey, actriz responsable de Alicent Hightower en «House of the Dragon», contó en una entrevista con Newsweek su experiencia al rodar escenas sexuales en la serie, informó Variety.
Espectador de Caracas/ Chévere
Al principio la intérprete temía incursionar en este aspecto de la trama debido a la naturaleza violenta contra la mujer, la cual estuvo muy presente en la serie original de este universo, «Game of Thrones».
Sin embargo, la joven estrella señaló que se sintió muy cómoda al grabar con su coestrella Paddy Considine y una coordinadora de intimidad que estuvo presente en todo momento.
Asimismo, el personaje se casa con el rey, un hombre muchísimo mayor que ella y el padre de su mejor amiga. Así se daban las cosas en la época en que está ambientado el drama medieval.
Carey tenía 17 años cuando leyó el libreto de la serie y 18 cuando le tocó rodar escenas íntimas, detalló la revista.
Todo un reto
«Yo tenía miedo porque en ese momento todavía no había conocido a Paddy, no sabía lo maravilloso que era y lo fácil que sería grabar con él. Todo lo que yo veía era un hombre de 47 años de edad y yo estaba un poco preocupada», comentó.
«Tener una coordinadora de intimidad, esa oportunidad de poder hablarlo todo y no sentirse incómoda fue genial, todo un diálogo abierto», continuó. «En la sala de ensayos ella fue una ayuda fundamental al igual que en el set de grabación. Sí, fue mucho más sencillo de lo que pensé que sería», agregó Emily Carey.
Finalmente la simpática castaña contó que vio «Game of Thrones» antes de empezar la producción de «House of the Dragon» y que quedó atónita viendo las brutales escenas sexualmente violentas que salieron a colación en el primer programa. «Toda esa violencia contra la mujer me puso nerviosa, como que ‘oh Dios, ¿qué me tocará hacer en este show’, me dije».
Al mismo tiempo destacó el profesionalismo de Ryan Condal y Miguel Sapochnik, showrunners de la serie, por tener una «conversación abierta» y hacer que el elenco «se sintiera increíblemente seguro». También dijo que otro aspecto que le garantizó comodidad es el hecho de que detrás de escena trabajan muchas mujeres, entre ellas productoras y directoras.
