22 de noviembre de 2024 12:05 AM

Gonzalo Oliveros Navarro: El retorno de Andrea

Ha decidido Andrea, la hija menor del señor presidente Petro, retornar a Colombia. Lo hace, a pesar de su juventud, con absoluta conciencia de ánimo, entre otros motivos -uno que no expresó en la comunicación que hizo pública para informar su decision- porque su vida en Colombia no corre peligro.

La semana pasada le escribí por esta vía una carta al presidente de Colombia. Lo hice por la similitud que existió entre la decisión de ella de irse del pais y el efecto que la misma causó en el ánimo de su padre y el que tiene en el de los padres venezolanos, la salida forzada del país de los jóvenes que deben abandonar el mismo por las razones políticas y humanitarias que originan nuestra diáspora. Ella revirtió su decisión y admito que me complace. Lamentablemente los venezolanos estamos impedidos de hacer lo mismo con la nuestra.

En Venezuela, sus habitantes -todos y cada uno- residen en el país en libertad condicional, no porque exista orden judicial que lo disponga sino porque al controlar el poder judicial quienes gobiernan, independientemente de la edad del afectado, cualquier persona puede ser detenida por el mensaje más nimio.

Allá, al norte del sur, la gestión Maduro ha hecho nugatoria la educación y lo refrenda el hecho que ha designado un ministro para esa rama que averguenza a quienes, en democracia, y antes de esta, conocimos de la personalidad y preparacion de quienes gestionaron esa cartera.

En mi país, las condiciones económicas impuestas en buena parte por quienes lideran el poder, han condenado a buena parte de sus trabajadores a sueldos ínfimos, sin incidencia en prestaciones sociales y a condiciones de atención hospitalaria, inalcanzables para muchos por sus costos o casi infrahumanas para quienes deben acceder al sistema público.

De todas esas condiciones los venezolanos huyen y mientras no se reviertan difícilmente podrán optar por la opción final de Andrea.

Quienes salen lo hacen generalmente por tierra, hacia Brasil y en especial Colombia, esta tierra de Nariño y Caldas que, lamentablemente -así lo afirmo- en la actual gestión presidencial no ha adoptado, como si lo hicieron sus predecesoras, medidas masivas de regularización a pesar de que las condiciones internas venezolanas eran muy similares a la actual, lo que no deja de ser una paradoja tratándose la actual gestión colombiana de una que se autocalifica como progresista pero que, en materia migratoria, hasta ahora, no lo ha demostrado.

Andrea regresa a Colombia. Aquí vivirá segura y rodeada del amor de sus padres y el afecto de sus amigos.

Los hijos de nuestros padres venezolanos que en Colombia se encuentran, no podrán hacerlo porque las condiciones que motivaron su salida se mantienen o se han agravado. Los padres de ellos y ellos mismos, como lo hago nuevamente hoy, solo le piden al señor presidente de Colombia que, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, adopte medidas inmediatas que les permita a todos regularizarse en Colombia para así poder trabajar, estudiar y emprender en esta tierra que eligieron como su nueva casa vista la situación venezolana.

En manos del padre de Andrea, el señor presidente Petro quien feliz está por el retorno de su hija, está darle tranquilidad -que no felicidad pues esta solo la tendrán cuando sin peligro alguno puedan retornar a nuestra tierra de gracia- a los padres de los millones de venezolanos que en este nacion de acogida se encuentran.

Señor presidente: es una respetuosa y sentida solicitud.

Gonzalo Oliveros Navarro
@barraplural
@fundacion2pais1

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