Óscar D’ León y La Dimensión Latina hicieron vibrar a Caracas con su música

Después de 43 años sin reunirse en un escenario, la espera acabó y Óscar D’ León y La Dimensión Latina se reencontraron anoche en la tarima del Poliedro de Caracas. 

La euforia invadió “El coso de La Rinconada” cuando, a las 10:45 p.m., empezaron a escucharse los primeros acordes de los grandes éxitos de “Los generales de la salsa”. 

Antes de dar inicio a la fiesta, César Monge, José Rodríguez, José Antonio Rojas, Elio Pacheco y Jesús Narváez decidieron recordar con una imagen, proyectada en las pantallas LEDS del recinto, al pianista Franklin Infante “Samy”, quien partió a otro plano el pasado mes de abril. 

A los pocos minutos, las más de 10 mil almas que acudieron al concierto se olvidaron de la inminencia del día siguiente y bailaron, cantaron y bebieron sin cesar los éxitos Parampanpan, Tú me recordarás, Llorarás, Juancito Trucupey, Sincero soy, Mi tierra, Sale el sol ySin tu cariño. D’ León compartió con los asistentes que, por orden gubernamental, los ocho primeros temas se estaban transmitiendo, a través de cadena nacional. 

La noche avanzó al ritmo deDetalles, El frutero, Ana Bacoa, Tiene coimbre, La mazucamba, Mi negra está cansá, Sigue tu camino, Aprende conmigo, La piragua y Taboga. 

En todo momento, tanto los integrantes de La Dimensión Latina como Óscar D’ León expresaron su emoción por lo que significaba el que pudieran llevar a cabo el espectáculo y reencontrarse con sus incondicionales venezolanos en el Poliedro de Caracas. 

De la reunión, que se extendió por cuatro horas, destacó el sonido, la puesta en escena y el paquete gráfico que Invershow ideó para lo largo de la presentación. 

“El diablo de la salsa” no ocultó su emoción y se quebró particularmente cuando recordó a su fallecido manager, quien lo acompañó a lo largo de su carrera, Oswaldo Ponte. El intérprete se fue en lágrimas mientras lo mencionó en el show. 

En otro instante del show, se ocupó de saludar a los asistentes provenientes de las barriadas de Caracas, en especial, de Antímano, en la cual creció y se crió. 

Por otra parte, D’ León envió un mensaje a Argenis Carruyo, quien ocupó su lugar, cuando abandonó las filas de La Dimensión Latina. Y, en medio de la emocionalidad, también recordó a su mamá. 

“Le pido a mi viejita linda que me dé fuerzas para cantar todas esas canciones”, expresó el experimentado vocalista, quien entonó a lo largo de la velada más de 50 temas. 

Y si a alguien le quedaban dudas de los sentimientos del ganador del Grammy sobre su país natal, dijo: “Estoy sumamente comprometido con mi país Venezuela”. 

El maratón salsero terminó con La vela, Ven morena, Arroz con manteca y Ahí nama, entre otros hits. Ni hablar de su despedida antológica, una versión en salsa de Alma llanera.  

“Invershow ha prometido llevarnos por el mundo”, reveló D’ León, vigilante de la calidad del sonido a lo largo de la presentación, entre los gritos y aplausos de los fanáticos que se dieron cita en el Poliedro. 

Ya eran las dos de la madrugada y se escuchaba en los espacios del recinto a “El sonero del mundo” interpretar Mi bajo y yo

Antes de la actuación de Óscar D’ León y La Dimensión Latina, hicieron gala de su casta Joseph Amado y Lion Lazaro.

Con información de El Universal

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