El noviazgo adolescente de hoy en día no es el que era hace unos años atrás. En gran parte esto se debe al avance tecnológico. Los chats y las redes sociales (Tik Tok, Instagram, Facebook o Twitter, entre otras) han cambiado mucho la forma en la que los jóvenes se relacionan.

Por: Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

Algunas veces estos medios de comunicación pueden producir complicaciones y malentendidos innecesarios, capaces de despertar mucha ansiedad en los adolescentes. Es importante, entonces, que los padres estemos atentos para guiarlos y aconsejarlos.

La adolescencia es una etapa de muchos cambios físicos y psíquicos y las relaciones virtuales parecen no ayudar.

Los padres debemos mantener abierta la comunicación con nuestros hijos para reforzar que la tecnología no debe reemplazar el contacto directo con otras personas, y que a través de este medio se pueden generar falsas expectativas y desilusiones que no ocurrirían si estuvieran frente a frente con sus pares.

Cómo la tecnología ha cambiado el noviazgo adolescente

Hace un tiempo atrás el noviazgo adolescente era totalmente distinto a como es ahora. Las parejas salían al cine, a pasear, a conversar… y muchas cosas más.

En la actualidad la forma de relacionarse ha cambiado y muchas veces se asienta sobre bases distintas, que tienen que ver directamente con la exposición pública en el mundo virtual.

El vínculo amoroso está determinado según las veces que los chicos y chicas suben fotos con sus parejas, si estos les comentan o le dan ‘me gusta’ a sus subidas o al tipo de conversaciones mantenidas a través de los chats.

Han pasado de salir para conversar en persona a hablar a través de las redes sociales, privándose de un factor fundamental de la comunicación: el lenguaje no verbal.

Esta forma de relacionarse crea numerosos malentendidos y complicaciones en los vínculos, que a veces acaban afectando la relación. Ya que por medio de una pantalla se pierde mucha información valiosa del mensaje.

Los padres debemos facilitar el encuentro de nuestros hijos con sus parejas, abriéndoles las puertas de casa, permitiendo que puedan verse si se cumplen con las normas y responsabilidades.

Si  no lo hacemos, Internet acabará siendo su única forma de comunicarse y terminará provocando la dependencia de este medio para relacionarse entre pares.