El ministro de Justicia de Bolivia, Iván Lima, renunció este jueves de forma «irrevocable», en medio de la pelea entre el Gobierno de Luis Arce y el expresidente y líder del oficialismo Evo Morales (2006-2019), quien ha exigido al Ejecutivo el cambio de autoridades como el funcionario renunciante.
«Tres años y 10 meses después de haber asumido el compromiso de acompañar la gestión del presidente Luis Arce, he presentado mi renuncia irrevocable al cargo de Ministro de Justicia y Transparencia Institucional», escribió Lima en la red social X.
La renuncia de Lima ocurre tres días después de que Morales exigiera al Gobierno de Arce el cambio de sus ministros de la Presidencia, María Nela Prada; de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo; de Obras Públicas, Edgar Montaño, y también de Lima.
Lima compartió junto a su publicación la carta de renuncia entregada este jueves al presidente Arce, a quien agradeció «por la oportunidad» que le dio «para servir» al país «y al pueblo boliviano».
También sostuvo que su periodo como ministro fue «un tiempo intenso» en el que, según dijo, dedicó su «más grande esfuerzo a lograr que los bolivianos tengan un acceso más ecuánime y equilibrado a la justicia».
«Es cierto que no hay mejor recompensa que la satisfacción del deber cumplido. Me voy habiendo entregado lo mejor de mí a mi país, con la seguridad de que lo hecho servirá para que alcance mejores días. Muchas gracias por todo», agregó.
En su carta a Arce, Lima señaló que en estos casi cuatro años enfrentaron «severas dificultades» y que lograron superar «grandes escollos».
«Con usted, señor presidente, comprobamos de manera inequívoca que la democracia es un privilegio que debemos preservar a toda costa y que la unidad del país y de los bolivianos es un bien que debemos sustentar todos los días, con mucho esfuerzo y con no menos tenacidad», afirmó.
Arce y Morales están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en la forma de administrar el Estado, que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), aún en manos del exgobernante.
Tras liderar una caminata de 187 kilómetros por el Altiplano, Morales emplazó el lunes a Arce a cambiar a sus ministros «si quiere seguir gobernando», aunque un día después matizó asegurando que el pedido es «para mejorar la gestión» y que no significa que digan «fuera Lucho (Arce)».
Morales y sus seguidores hicieron la caminata para pedir al Gobierno que resuelva problemas como la falta de dólares y combustibles, pero además para exigir que se reconozca un congreso partidario en que el exmandatario fue nombrado «candidato único» para las elecciones de 2025.
Los llamados sectores ‘evistas’ o leales a Morales han advertido con bloquear carreteras desde la próxima semana «hasta que se vaya este Gobierno» en caso de no ser atendidos.
El Gobierno considera que la marcha fue el inicio de un plan para derrocar a Arce con la intención de que asuma la Presidencia del país Andrónico Rodríguez, titular de la Cámara de Senadores, y afín a Morales, para habilitar así la candidatura del exmandatario.
La anunciada candidatura de Morales también es motivo de polémica en Bolivia, pues el Gobierno y la oposición sostienen que el expresidente legalmente no puede volver a postular y sus seguidores defienden que sí puede.
Con información de EFE
Síguenos en Telegram, Instagram y X para recibir en directo todas nuestras actualizaciones