21 de noviembre de 2024 11:39 PM

Julio César Pineda: El Esequibo y la metáfora de Tucídides

Venezuela está presente en el Alto Tribunal de las Naciones Unidas (CIJ en la Haya) para defender con argumentos jurídicos, históricos, ambientales, económicos y diplomáticos la Guyana Esequiba que fue, es y seguirá siendo nuestra.

En el 2015 la compañía petrolera Estadounidense Exxon Mobil al servicio de Guyana, anunció el descubrimiento de importantes reservas petroleras en el territorio y fachada atlántica, donde están incluidos espacios terrestres y marítimos de soberanía venezolana.

El diferendo de Venezuela con Guyana había sido resuelto en lo jurídico y diplomático por el Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado por Caracas, Londres y posteriormente anexada la República Cooperativa de Guyana. En este Acuerdo de carácter procesal había quedado superado la validez del Laudo Arbitral de Paris y el fraudulento proceso de constitución de ese tribunal arbitral de Washington de 1897. En estas instancias que trataron de definir el territorio usurpado por el Imperio Británico y que pretendían incluso llegar al Orinoco, de los cinco jueces que firmaron el tratado 2 eran británicos, 2 estadounidenses y 1 ruso. Estaba en discusión la integridad territorial de Venezuela en el espacio heredado desde la Capitanía General de 1767 por el principio internacional aceptado en todo el continente del Uti possidetis juris y reafirmado en la constitución venezolana de 1811 y en la Gran Colombia 1817. El Reino Unido llegó a ese territorio por sucesión de Holanda que a su vez había recibido España.

El petróleo, esencial en estos tiempos como fuente de energía, es el elemento que motivó a Guyana a dejar de lado el Acuerdo de Ginebra, para un arreglo práctico y mutuamente satisfactorio para ambas partes. En el 2018 Guyana recurrió a la Corte Internacional de Justicia, la cual dictaminó el 18 de diciembre del 2020, a pesar del criterio venezolano de no consentimiento por parte de nuestro país, porque este tribunal como lo dijo uno de los jueces más importantes, el francés (Rony Abraham) debe tener por pivote el consentimiento de los estados, y su jurisdicción es facultativa. Venezuela se dirigió a la corte dentro de lo estipulado negando su jurisdicción sobre este caso, porque ella no podía conocer de la demanda. Procedió adoptar la posición de Estado Parte No Compareciente, previsto en las normas de la CIJ.

La CIJ examinó el caso para pronunciarse sobre su competencia y estando ausente Venezuela, considerando solo los argumentos de Guyana dictaminó que si podía conocer dicha demanda. Venezuela como la mayoría de estados en esta situación, no ha tenido otro camino jurídico y soberano que presentar Objeciones Preliminares contra esta absurda demanda. Las Objeciones de Venezuela se basaron en los siguientes hechos Reino Unido y Venezuela fueron parte de los tratados de Washington de 1897. En 1899 Reino Unido y Venezuela lo firmaron, al igual que Londres y Caracas se comprometieron a una solución no judicial por el Acuerdo de Ginebra de 1966. Por lo tanto, en este juicio debe estar presente el Reino Unido como parte indispensable. Venezuela no puede disputar derechos y obligaciones del comportamiento de un estado ausente. La corte debería pronunciar inadmisible la petición de Guyana.

La solicitud de Venezuela fue escuchada y así estuvimos presentes en las audiencias orales el 17 y 21 de noviembre del 2022 donde Venezuela y Guyana expusieron sus tesis y sus argumentos. Los asesores venezolanos y los expertos internacionales lograron que la corte suspendiera el juicio y tener la oportunidad como reposa en los anales de la CIJ de presentar nuestra posición jurídica, histórica y soberana. Todos podemos ver en la página web oficial de la CIJ el contenido de nuestra defensa del Esequibo, estos son del dominio público y están siempre presentes en la historia del Derecho Internacional y en la diplomacia bilateral y unilateral de los estados.

Estamos conscientes de los intereses geopolíticos que este diferendo implica, particularmente en estos tiempos donde pareciera tener razón la metáfora de Tucídides en su historia de la guerra del Peloponeso ( siglo V a.C) con las nuevas Espartas y Atenas, y los intereses de sus periferias. El petróleo del Esequibo es una motivación más para los conflictos. Por eso, la insistencia venezolana en la negociación y el diálogo tanto con Londres como con Georgetown. De hecho, permanentemente Guyana viola lo establecido en el único marco jurídico que tenemos que es el Acuerdo de Ginebra al otorgar concesiones petroleras a las más grandes compañías del mundo. El próximo 14 de abril es el tiempo límite para presentar el resultado de la licitación que se abrió el pasado diciembre, correspondiente a 14 campos petroleros.

Ha sido una lucha larga, con la coincidencia de todos los gobiernos y los parlamentos en afirmar lo que nuestra constitución establece. Así lo manifestamos y seguiremos insistiendo en esta instancia jurisdiccional y en todos los estados de la política y del derecho internacional. 

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