El 96% de las mujeres en Venezuela no tiene posibilidades de diagnóstico de cáncer de mama

Las posibilidades de diagnóstico de cáncer de mama en Venezuela son improbables para más del 96% de las mujeres o muy tardía, por eso la evolución de la condición de salud y la mortalidad en nuestro país se comportan de forma diferenciada a la del resto de la región latinoamericana.

Por: Beatriz Rojas | El Carabobeño

Estos datos forman parte del informe denominado “Mujeres con metástasis de cáncer de mama en Venezuela un sufrimiento sin límites”, elaborado este año por el equipo de la ONG Fundación de Lucha Contra el cáncer de Mama, Funcamama, creada en Valencia en el 2002.

Sus resultados los reprodujimos parcialmente a propósito de celebrarse este martes 19 el Día de la Lucha contra el Cáncer de Mama en el mundo.

Informar para promover el diagnóstico oportuno, el acceso a tratamientos, los cuidados integrales de las personas afectadas por el cáncer de mama y la defensa de sus derechos ha sido la labor de Funcamama durante 19 años. Para ello desde el año 2004 cuenta con su centro de salud para diagnóstico de cáncer de mama, útero, ovario entre otros.

El centro cuenta con 54 médicos en 34 especialidades al igual que cinco unidades de diagnóstico.

En todo este tiempo FUNCAMAMA ha atendido a más de 900 mil personas, equivalente al 6% de las mujeres venezolanas y es un centro de referencia nacional. Más del 30% de los casos diagnosticados de cáncer de mama en la región central del país, son realizados en la fundación; es decir, de cada 10 nuevos casos de cáncer de mama en Carabobo, tres son diagnosticados por la ONG.

En el informe se señala que la realidad en Venezuela es que el derecho a la vida es violado sistemáticamente al no contar con campañas de información adecuadas, ni con el diagnóstico y tratamiento para los casos que lo requieran por parte del Gobierno Nacional.
El diagnóstico y tratamiento dependen de las posibilidades económicas de las venezolanas que viven en medio de una emergencia humanitaria compleja; con un país con más de cinco años de hiperinflación, más de una década de control de cambio y con un salario mensual de poco menos de 1$.

Se indica que la violación del derecho a la vida es la causa por la cual más del 80% de las mujeres con cáncer de mama metastásico entrevistadas y sus familiares están viviendo esta situación, porque se les negó el:
• Derecho a recibir atención a la salud, por no contar con centros públicos activos de diagnóstico y tratamiento.

Derecho a tratamientos paliativos, por la falla en inventarios del IVSS desde el año 2016.
Derecho a tener condiciones sanitarias adecuadas en todas las etapas de la situación de salud, por no contar con acceso a agua, servicios eléctricos, productos de higiene, centros de diagnóstico, tratamientos y apoyo psicológico.

Derecho a recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz, por el cierre de servicios de oncología en los hospitales; los costos en centros de salud privados, la migración del personal de salud, barreras de lenguaje sencillo, falta de capacidad de comprensión y autonomía sobre su situación de salud.

Derecho a otorgar o no su consentimiento válidamente informado; el cuerpo de la mujer sigue siendo tratado por partes y no como un ser integral, porque se le considera discapacitada para tomar decisiones sobre su cuerpo.

Derecho a no ser discriminada por su condición de salud; la persona con una condición de salud es discriminada desde el área laboral al no ser contratada debido al riesgo de reaparición del cáncer, por la necesidad de permisos para hacer sus chequeos médicos, por el sistema de salud al no priorizarlas como casos de emergencia, sino electivas y por el sistema de respuesta humanitaria donde no son consideradas entre las poblaciones con necesidades humanitarias por su condición de salud.

Derecho a una muerte digna al no poder acudir a un centro de salud donde sea atendida en las condiciones de infraestructura, medicación, personal y ambiente para esta etapa de vida.

El estudio revela que las posibilidades de acceso a tratamientos y medicamentos de las mujeres con cáncer de mama dependen desde hace casi siete años de las capacidades económicas individuales de ellas mismas, privándolas de sus tratamientos, sometiéndolas a situaciones de estrés, coartando sus posibilidades de curación y vida.

Los centros oncológicos no han garantizado quimioterapia a unas 140.000 personas con cáncer. De 25 unidades de radioterapia, solo opera 1 y las cirugías disminuyeron 80%, según la Alianza Venezolana para la Salud. Tampoco se cuenta con mamógrafos, ecógrafos, resonadores, ni tomógrafos para realizar los estudios de diagnóstico y seguimiento.

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