Hacer ejercicio físico durante el embarazo tiene muchos efectos beneficiosos, aunque usted tendrá que hacer algunos cambios en su rutina de ejercicio habitual.
Hable con su médico o con el profesional de la salud que lleva su chequeo desde el principio, ya que el nivel de ejercicio recomendado dependerá en parte de su nivel de preparación física antes del embarazo.
El ejercicio físico es beneficioso tanto para usted como para su bebé (si no surgen problemas que limiten su capacidad para hacer ejercicio).
Con esta actividad puede aumentar su sensación de control e incrementar su nivel de energía. No solo le hará sentirse mejor gracias a la liberación de endorfinas (sustancias químicas que fabrica el cerebro), sino que un programa apropiado de ejercicio físico le permitirá, entre otras cosas, aliviar los dolores de espalda y mejorar su postura al fortalecer y tonificar los músculos de la espalda, los glúteos y los muslos.
Además, le conviene para mitigar el estreñimiento y acelerar el tránsito intestinal, prevenir el desgaste y el deterioro de las articulaciones (que tienden a estar más laxas durante el embarazo debido a los cambios hormonales que lo acompañan) al activar el líquido sinovial que actúa como lubricante, a dormir mejor al aliviar el estrés y la ansiedad que le hacen estar inquieta por la noche y preparar a su cuerpo para el parto.
Podrá recuperar más de prisa la silueta que tenía antes del embarazo. Si ya hacía ejercicio físico antes de quedarse embarazada, acumulará menos grasa durante el embarazo si sigue haciendo ejercicio. Pero no cuente con adelgazar por hacer ejercicio físico durante el embarazo. Por lo general, el objetivo suele consistir en mantener la forma física mientras se está embarazada.
El ejercicio físico también aumenta el riego sanguíneo hacia la piel, dándole un aspecto más saludable. Algunos estudios han mostrado que el ejercicio físico hasta puede reducir el riesgo de que una mujer sufra complicaciones, como la preeclampsia y la diabetes gestacional.
¿Qué es seguro hacer?
Esto depende del momento en que empiece a hacer ejercicio físico y de si su embarazo presenta o no complicaciones. Si hacía ejercicio físico con regularidad antes de quedarse embarazada, continúe con su programa, aunque haciendo las modificaciones necesarias.
Si no estaba en forma antes de quedarse embarazada, no se preocupe. Empiece despacio y vaya aumentando el nivel de manera gradual a medida que se vaya sintiendo más fuerte. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos recomienda hacer por lo menos 150 minutos (2 horas y media) de una actividad aeróbica de intensidad moderada por semana a aquellas mujeres embarazadas que estén sanas y que no sean muy activas ni estén haciendo ninguna actividad física intensa. Por ejemplo, lo puede lograr caminando a buen ritmo durante media hora antes de comer.
Las actividades de “intensidad moderada” son aquellas que se pueden hacer mientras se puede seguir llevando una conversación normal.
Con información completa en KidsHealth
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