La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, reclamó este sábado «acciones» a sus homólogos del G20 reunidos en la isla indonesia de Bali «para abordar la crisis mundial de seguridad alimentaria».
Por: El Espectador de Caracas / EFE
Entre otros mecanismos propuestos, la enviada de Washington perseveró en la necesidad de acordar un mecanismo para imponer un tope al precio del crudo ruso.
Esta medida, propuesta por Yellen con anterioridad, tiene por objetivo «restringir los ingresos de la maquinaria de guerra» del presidente ruso, Vladimir Putin, y «limitar el impacto de la guerra de Rusia en los precios de la energía» a nivel mundial.
La representante estadounidense mantuvo en los márgenes de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20, que concluye hoy, reuniones bilaterales con sus homólogos de Australia, Arabia Saudí, Singapur, Turquía y Sudáfrica, apunta un comunicado enviado por el Departamento del Tesoro de EEUU.
Durante las conversaciones con sus pares, Yellen «condenó la guerra no provocada de Rusia contra Ucrania, que ha causado repercusiones globales en (la cadena de suministro de) alimentos, energía y otros productos básicos», remarca el escrito.
Yellen ha estado abogando por este tope al precio del crudo ruso desde hace meses y es uno de sus principales objetivos en su viaje a Asia, donde visitó Tokio esta semana antes de desplazarse a Bali.
La Unión Europea (UE) adoptó en junio el sexto paquete de sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, que incluye un embargo al petróleo ruso que llega por vía marítima y contempla excepciones para el que llega por oleoducto a países sin acceso al mar como Hungría, República Checa o Eslovaquia.
Rusia ha redirigido una gran parte de sus exportaciones de crudo y productos de petróleo a países de la región de Asia-Pacífico tras la invasión a Ucrania y las sanciones por parte de Occidente, y, según Moscú, tiene la capacidad de atender la creciente demanda allí.