22 de noviembre de 2024 8:37 AM

Duelo migratorio: así viven esta etapa quienes cruzan la frontera

Separarse de su país y dejar a kilómetros de distancia su hogar, familia y aquellos momentos que marcaron su vida para buscar un nuevo rumbo en otro país se ha convertido en toda una experiencia llena de emociones para la población migrante venezolana y colombiana retornada.

Quienes han tenido que vivir esta situación, hoy en día se enfrentan a un proceso de adaptación ante una pérdida, ruptura emocional o distanciamiento, que también incluye el alejamiento a su cultura e idiosincrasia; a esto se le conoce como duelo migratorio.

“Este duelo empieza cuando persona se aleja de su territorio ya sea una migración interna o transfronteriza, donde se pierden vínculos, creencias y todas esas reacciones van a ser producto de esos nuevos retos”, explicó Gerson Yesith Jaimes, docente de la Universidad Simón Bolívar y especialista en Psicología Clínica.

El duelo migratorio suele ser una etapa que en muchas ocasiones se normaliza o que las personas no identifican, por lo que resulta importante evaluar si la funcionalidad de una persona en temas emocionales, familiares, sociales o ambientales se ha visto afectada por los cambios posteriores a la migración.

Jaimes explica que este proceso también parte de un dolor emocional por la pérdida de esa vida que se tenía en el contexto anterior, por lo que recomienda que a la hora de identificarlo, las personas tengan en cuenta la diferencia entre un problema y una crisis, buscando ayuda de un profesional que pueda acompañar ese tránsito.

“Es una etapa que hay que vivirla, lo extraño sería pensar que no sentimos nada ante una pérdida, pero lo complejo no es el cambio, sino que la persona transite por esas etapas de manera funcional”, puntualizó el especialista.

Y a pesar de que todos los seres humanos tienen características similares, hay muchos que difieren el uno del otro. Incluso sus capacidades para responder a este tipo de situaciones es distinta.

Es por eso los efectos que se generan en cada persona son diferentes dependiendo de: el contexto, los aprendizajes, las capacidades que haya forjado durante su vida, la condición actual y el tipo de pérdida.

Y aunque cada persona vive su propio proceso, hay unos tiempos de evaluación clínica para adaptarse al nuevo entorno, de aproximadamente seis meses.

Entre las afectaciones emocionales, cognitivas, fisiológicas, conductuales, emocionales y afectivas se encuentran:

–        Agitación cardiaca, somatización, cefaleas.

–        Aislamiento social, llanto y pensamientos recurrentes sobre lo perdido.

–        Tristeza, apatía, angustia,  ira, frustración y culpabilidad.

Según el especialista, normalmente el duelo es percibido de manera individual ya que puede presentarse diferente en cada miembro de un hogar, pero la familia como sistema único también se ve afectada por estos nuevos cambios.

Necesidad de protección

En uno los capítulos del libro ‘Fronteras en alerta: reflexiones de la nueva normalidad desde la frontera, Norte de Santander’, los investigadores Gerson Jaimes y Neyda Albornoz expusieron aquellas afectaciones que las familias tienen después de salir de su país.

Esto a través de una investigación en la que participaron 170 personas migrantes entre jefes de hogar, menores de edad, jóvenes y adolescentes, en la que lograron identificar que la separación de sus familias causa desconfianza, desintegración familiar y mala comunicación.

“Dificultades por las relaciones familiares en hogares dispersos, llevando a cabo afectación emocional por la situación económica, trayendo como consecuencia la frustración y seguidamente preocupación e inconvenientes”, indicaron.

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