Dos empleados de la embajada rusa en Kabul, la capital de Afganistán, murieron el lunes en un ataque suicida cerca de la legación diplomática, anunció el ministerio ruso de Relaciones Exteriores, un atentado que también dejó varios heridos.
Se trata del primer ataque contra una misión extranjera desde que los talibanes tomaron el poder en agosto del año pasado.
El atacante se inmoló cerca de la entrada de la sección consular de la embajada.
«Como resultado del ataque, dos empleados de la misión diplomática murieron y también hay ciudadanos afganos entre los heridos», dijo el ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
Por su parte el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Abdul Nafy Takor, dio a la AFP una versión diferente, asegurando que un atacante suicida murió por disparos de los guardias talibanes en la embajada rusa.
Un civil afgano murió y varios otros resultaron heridos, según esta versión.
Al igual que con otros ataques recientes, los servicios de seguridad de los talibanes acordonaron rápidamente el área e impidieron que los medios filmaran cerca del lugar.
Ningún grupo reinvidicó por el momento el atentado.
«Estamos hablando de un atentado terrorista. Es inaceptable», comentó rápidamente a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Desde que los talibanes regresaron al poder, la violencia en Afganistán disminuyó en gran medida. Pero varios atentados con bomba, algunos dirigidos a comunidades minoritarias, sacudieron el país en los últimos meses, muchos de ellos reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La semana pasada, un ataque suicida en una de las mezquitas más grandes del oeste de Afganistán, en la ciudad de Herat, mató al menos a 18 personas, incluido un influyente imán.
El clérigo Mujib ur Rahman Ansari, que había pedido decapitar a quienes cometieran incluso el «el más mínimo acto» contra el gobierno, murió en ese ataque.
Se trata del segundo clérigo protalibán que muere en una explosión en menos de un mes, después de que Rahimullah Haqqani falleciera en un ataque suicida en su madrasa de Kabul.
Varias mezquitas en todo el país han sido atacadas este año, algunas en atentados reivindicados por el EI.
El 17 de agosto, al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando una explosión destruyó una mezquita llena de fieles en Kabul.
El EI atenta principalmente contra comunidades minoritarias, como los chiitas, los sufíes y los sijs.
Aunque el EI es un grupo islamista de confesión sunita, como los talibanes, ambos son rivales y difieren mucho en cuanto a su ideología.
Según el gobierno, el EI ha sido derrotado pero los expertos aseguran que el grupo es el principal reto de seguridad para los nuevos responsables islamistas del país.