Para las presidenciales del 2024 hay quienes corren por la pista… antes de que el CNE toque el silbato.
No es nada nuevo porque hay políticos que llevan este siglo amenazando con presentar su nombre como elegible para presidir el Ejecutivo Nacional.
Hay varios y como no nos han hecho nada en lo personal… uno puede decir que nos caen bien… a pesar de que no votaríamos por ellos ni amarrados.
Si falta alguno pido disculpas pero el espacio obliga y una lista con candidatos que supuestamente juegan “adelantados” nunca estará completa sin Henry Ramos, Eduardo Fernández, Capriles, Rosales y aunque nadie sensato lo crea… Guaidó (a) el interino.
Sin embargo a esos ciudadanos nadie los acusa de jugar adelantado… como si lo hace la jauría mediática con otros como Ecarri y Falcón.
Y la clave es simple: los primeros adelantados dicen jugar el juego unitario… retozo basado en una política que lleva más de dos décadas cosechando fracasos para la oposición.
Ramos, Fernández, y cualquier otro de la primera lista quizás discrepen del método para escoger candidatos… sean las primarias… las encuestas o los dados con la variante criolla del piedra, papel o tijera… modalidades menos dadas a la trampa.
Pero hay otro debate más importante que es si antes de escoger candidato… la oposición debe firmar algo similar al Pacto de Punto Fijo que en 1958 dio inicio a 40 años de estabilidad bipartidista.
Es curioso que personas supuestamente bien formadas… mediáticas… y con varios grados y postgrados en el exterior… fomenten el bulo que es asociar a Punto Fijo con lo que pueda salir de un diálogo como el que hemos visto los últimos años.
Según estas lumbreras y apartando el abismo en materia de moral pública, intelecto, capacidad política o solidaridad con el pueblo… que existe entre los firmantes de Punto Fijo y el malandraje que en México pidió que les borraran sus atrocidades y los habilitasen para postularse en cualquier elección… hay otro detalle.
Punto Fijo se firmó para buscar amplios consensos alrededor de mantener un sistema político… ni Betancourt ni Caldera o Villalba buscaban un candidato.
Aquí como ponen la carreta delante de los burros… borricos sin propuesta… quieren hacer ver qué Punto Fijo y los diálogos mexicanos…es lo mismo.
Y eso se llama fraude.