Por razones propias de un libertario no soy optimista respecto al nuevo TSJ que pronto elegirán.
Ojo: no me cuento entre quienes descalifican al diputado Pedro Carreño -quien puso el tema en la agenda pública de discusión- porque si la vida algo me ha enseñado es a dejar de lado los prejuicios que terminan obscureciendo la visión.
Por norma de vida tengo que si existiera el peor ser humano… ese mismo individuo puede hacerme un favor… y si existiese el mejor… igual me podría dar una patada.
Bien: sea como sea la denuncia de Carreño ni es novedad ni debe ser desestimada… pero discrepo del diputado cuando afirma que el Poder Judicial nuestro… es corrupto.
¡Corrupto más bien es todo el Sistema de Justicia y no siempre los responsables son los jefes… sino quienes a lo largo de décadas han dejado que lleguemos a un punto en el cual el ciudadano común ignora los nombres y salas donde operan los Magistrados del TSJ… porque aparentemente… a pocos les importa ese dato!
Pero la prensa especializada –en chismes sobre todo- actúa como si el venezolano silvestre estuviera muy pendiente de los aspirantes al TSJ… de sus hojas de vida… o de lo que hacen esos ciudadanos. Algo falso pero también insólito visto el poder que tienen esos señores.
Sobre este tema del poder, recordemos que a Carlos Andrés Pérez lo depusieron… cuando pensando que su buen amigo Bush no dejaría que en Venezuela ocurriera un golpe “legal”.
Y que más reciente -durante el infame gobierno de Trump- se supo de intentos de soborno yanquis a magistrados del TSJ para promover un golpe disfrazado de “legal” contra el presidente Maduro.
Bien: entonces estamos de acuerdo en que el TSJ es importante, pero aún así no coincido con Carreño cuando el diputado según se extrae de sus declaraciones piensa que cambiando el TSJ se soluciona el problema de nuestra justicia.
Nada que ver: mientras los jueces dependan de los partidos… tanto del gobierno como de la oposición… mientras operen en cuchitriles… ganando ellos y sus asistentes sueldos ridículos.
Mientras las hacinadas cárceles estén en manos de la delincuencia.
Mientras no se respeten traslados y lapsos… podrán poner de magistrados a descendientes de la Madre Teresa… cruzados con Hammurabi y Andrés Bello… y nada cambiará… para desgracia de los más pobres.
