Si algo evidencia la calle es la falta de entusiasmo ante la mayoría de las candidaturas que se presentan para noviembre.
Habrá quien diga que el desgano viene de las sanciones que impiden a muchos comer completo. Otros señalarán que el empobrecimiento comenzó cuando bienes expropiados a montón fueron convertidos en chatarra… por delincuentes amparados en la corrupción que hasta ahora ha sido impune.
En todo caso y como no veo en el voto otra cosa que una manera civilizada e incruenta de cambiar gobernantes… recalco que no soy abstencionista… pero puedo serlo si las circunstancias lo exigen.
A ver: es casi imposible a la vista de los inmensos robos, abusos y disparates cometidos por el interinato en Monómeros… Citgo… etcétera… estar inclinado a votar por candidatos del G4 y similares que por años nos han hecho la ley del hielo a los libertarios por haber señalado que el entonces diputado Guaidò carecía de condiciones morales, intelectuales o de experiencia como para comenzar un cambio necesario en esta Venezuela que desde un gobierno acosado se aventura por la senda del neoliberalismo que nada tiene que ver con el liberalismo por cierto.
Pero en el campo del gobierno también hay quejas más allá de las pataletas semi ideológicas de quienes siguen atados al pasado: allí hay protestas por la corrupción de algunos candidatos (as).
De manera que a primera vista con ese panorama no se vislumbran cambios.
Y sin embargo la CRBV permite un atisbo para empujar en dirección patriótica: aquí el voto no es obligatorio pero también se puede cruzar.
Y hay una condición que no toma en cuenta el amigo Enrique Ochoa cuando propone “unir desde abajo” a los opositores… para gambetear al G4 y similares… lo cual es un error.
La única manera de protestar y apoyar las molestias que hay en los dos gemelos polarizados… es votando por los mejores… vengan de donde vengan.
Enrique supone que esos candidatos “mejores” solos los hay en las planchas opositoras y no es así.
Entre los postulados del gobierno hay candidatos (as) que bien merecerían el apoyo de grupos de opositores indignados por quienes el G4 quiere ponerlos a votar por sinvergüenzas.
Si se quiere hacer un barajo… desde ahora cabe cruzar el voto con valentía.