Treinta años después de la detención de Totò Rina y después de treinta años de fuga, el jefe mafioso Matteo Messina Denaro fue detenido el lunes por la mañana en una clínica en Palermo por los carabineros del Ros. La presidenta Meloni agradece a las fuerzas policiales por esta “gran victoria del Estado que demuestra no rendirse ante la mafia”
A treinta años de la detención de Totò Riina y tras treinta años de fugitivo, el jefe mafioso Matteo Messina Denaro, de 60 años, fue detenido por los carabineros del Ros.
El buscado mafioso número uno fue detenido mientras estaba en un hospital de día en la conocida Clínica privada Maddalena, en el centro de Palermo, donde había estado siendo tratado durante aproximadamente un año por un cáncer (quizás en el colon) bajo el falso nombre de Andrea Bonafede nacido el 23 de octubre de 1963 mientras que nació en Castelvetrano (Trapani) el 26
Esta mañana el jefe tuvo que someterse a un ciclo de quimioterapia cuando se detuvo dentro de un bar frente al hospital, con un sombrero blanco, gafas oscuras y un chaleco de cuero marrón, que aún dejan entrever una cara delgaja y cansada.
En el momento de la detención, el jefe de la mafia no se resistieron y las primeras palabras que pronunció fueron una confirmación de su identidad: “Soy Matteo Messina Denaro” de hecho habría declarado a los carabineros que realizaron la captura.
El jefe de la mafia de Castelvetrano (Trapani) fue identificado tras una investigación coordinada por el fiscal de Palermo Maurizio de Lucia y el fiscal adjunto Paolo Guido y esposado por los hombres de la agrupación especial junto con los del Gis y los comandos territoriales. El jefe fue trasladado primero al cuartel San Lorenzo en via Perpignano para las operaciones de identificación y desde aquí trasladado en helicóptero a una localidad protegida.
La larga latitanza
Las huellas del jefe de Cosa Nostra se habían perdido cuando acababa de superar los treinta años: por un extraño caso, los mismos años que las fuerzas del orden, en un despliegue significativo, tardaron en llegar a la justicia.
La captura del jefe, que se dio a conocer a las 9:35 del lunes 16 de enero, puso fin a una fuga de 30 años de Messina Denaro. En duración es solo superior a la de Bernando Provenzano, que continuó durante 38 años, pero más prolongada que el período en que Totò Riina logró escapar de las esposas, es decir, 23 años, para ser detenido también en Palermo.
Los crímenes de los que se ha manchado Messina Denaro
Sobre la mafia de Trapaní, incluso a la luz de las declaraciones de varios arrepentidos, decenas de cadenas perpetuas por decenas de asesinatos cometidos o encargados desde su ascenso al poder a principios de los años 80. Incluyendo el, tristemente conocido, del pequeño Giuseppe Di Matteo, el hijo del arrepentido Santino Di Matteo, estrangulado y disuelto en el ácido después de un largo cautiverio.
Pero sobre todo Messina Denaro seguía siendo el único jefe aún en libertad involucrado en los dos años de las masacres de 1992-1993, ya que todos los demás protagonistas de ese período, desde Riina hasta Giovanni Provenzano, pasando por Giovanni Brusca, ya habían sido llevados ante la justicia. A principios de los años 90, el crimen organizado se conmetió con los atentados que costaron la vida a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992 y a los ataques realizados en Milán, Florencia y Roma en 1993. Justo después de estos violentos acontecimientos, Messina Denaro se ha vuelto indisponible hasta la fecha.
Las reacciones del gobierno
La presidenta del Consejo, Giorgia Meloni, definió en un mensaje “la captura del exponente más significativo de la delincuencia mafiosa como una gran victoria del Estado que demuestra no rendirse ante la mafia” e inmediatamente partió hacia Palermo donde se reunirá con los pm y los Carabinieri del Ros. El ministro de Defensa, Guido Crosetto, también dirigió un agradecimiento a las fuerzas del orden, a los Carabinieri, al poder judicial y “a los miles de personas que cada día, en silencio, trabajan por la justicia”, se lee en el tuit del ministro.
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