El presunto autor de una serie de cartas con material deflagrante enviadas a finales del año pasado a la embajada de Ucrania en Madrid y al presidente del gobierno español fue arrestado este miércoles en el norte de España.
El hombre de nacionalidad española -un jubilado de 74 años según una fuente policial- fue detenido en Miranda de Ebro (Burgos, norte), «como presunto autor del envío de las seis cartas con material deflagrante que fueron remitidas a finales del pasado mes de noviembre y principios de diciembre», indicó un portavoz del ministerio en un mensaje a periodistas.
«La operación (…) sigue abierta y se está llevando a cabo el registro del domicilio del arrestado», abundó el portavoz.
Las cartas, detrás de las cuales Ucrania veía la mano de Rusia, tuvieron como destinatarios la embajada de Ucrania, la de Estados Unidos y el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.
También fueron remitidas a la ministra de Defensa, a una fábrica de armamento que fabricaba lanzagranadas enviados por Madrid a Ucrania y a una base militar, de donde salieron vuelos con ayuda para el país invadido por tropas rusas.
En todos los casos salvo en el de la embajada ucraniana, los sobres, enviados desde la propia España, fueron interceptados por personal de seguridad sin causar daños antes de llegar a su destinatario.
El sobre remitido al embajador de Ucrania en Madrid explotó cuando era manipulado por un vigilante de la sede diplomática, quien sufrió heridas leves en una mano.
Ante ese hecho, la justicia española abrió una investigación por un posible delito de terrorismo, mientras Kiev ordenó reforzar la seguridad de sus embajadas.
Ucrania señala a Rusia
El embajador ucraniano en España, Serhii Pohoreltsev, había señalado implícitamente a Rusia, país que invadió a Ucrania hace casi un año, de estar detrás de la carta que le iba dirigida.
«Sabemos los métodos terroristas del país agresor», dijo Pohoreltsev en ese momento a la televisión pública española.
De su lado, la Embajada de Rusia en España afirmó que «cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables».
Según el diario The New York Times, los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos sospechaban que un pequeño grupo paramilitar ruso, el Movimiento Imperial Ruso (MIR), estaba detrás de la serie de cartas con explosivos.
Dicho grupo ultranacionalista y supremacista blanco, incluido en la lista estadounidense de organizaciones terroristas en 2020, habría actuado de forma encubierta a las órdenes del servicio de inteligencia militar ruso (GRU), según señaló el medio estadounidense.
«Miembros destacados del grupo viajaron a España y la policía (española) arrojó luz sobre sus vínculos con organizaciones españolas de extrema derecha», escribió el New York Times.
Según la publicación, la campaña fue organizada para «probar» la capacidad de acción de estos grupos en caso de una escalada del conflicto.
«Parece un disparo de advertencia», dijo al diario Nathan Sales, antiguo coordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Consultado por la AFP, el Ministerio del Interior español rehusó comentar esta información.
Según el centro de seguridad y cooperación internacional (CISAC) de la Universidad de Stanford, que lleva una relación de los principales grupos supremacistas del mundo, el MIR se fundó en 2002 y ha estado luchando junto a los separatistas prorrusos desde 2014 en la región del Donbás en Ucrania.
Mantiene «contacto con grupos neonazis y supremacistas blancos en toda Europa y Estados Unidos» y «ha brindado entrenamiento paramilitar a ciudadanos rusos y miembros de organizaciones afines de otros países», explica.
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