Descubren qué ocurre en el cerebro de personas con TOC o compulsivas

El trastorno obsesivo compulsivo o TOC es una patología mental que interfiere significativamente en la vida de los afectados, que pueden llegar a perder su trabajo y amistades y sufrir aislamiento social. Los pacientes tienen pensamientos intrusivos, obsesiones y miedos excesivos e injustificados que condicionan su forma de comportarse y, en los casos más graves, pueden tener incluso ideas suicidas.

Actualmente no se dispone de muchos tratamientos efectivos para este trastorno, y aunque para las personas con síntomas de TOC leves pueden resultar útiles los antidepresivos, para los pacientes con manifestaciones graves hay pocas opciones y a veces se ha de recurrir a la estimulación cerebral profunda, o incluso la neurocirugía para extirpar por completo la corteza cingulada anterior.

Ahora, un importante hallazgo de un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Cambridge puede ayudar a comprender mejor este trastorno mental y a desarrollar nuevas alternativas terapéuticas. Estos investigadores han empleado potentes técnicas de imágenes cerebrales que les han permitido encontrar un desequilibrio neuroquímico dentro de las regiones de los lóbulos frontales del cerebro en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo.

El estudio muestra, en concreto, que el equilibrio entre el glutamato y el GABA, dos de los principales neurotransmisores químicos, se “interrumpe” en los pacientes con TOC en dos regiones frontales del cerebro. Los investigadores también encontraron que las personas que no tienen TOC, pero son propensas a los comportamientos compulsivos tienen niveles elevados de glutamato en una de estas áreas cerebrales.

El glutamato es un neuroquímico “excitador” que facilita los impulsos eléctricos que activan las neuronas para enviar información a través de las redes cerebrales. GABA es un neurotransmisor “inhibidor” que actúa en oposición al glutamato al amortiguar la excitabilidad neuronal, creando un equilibrio.

Descontrol de hábitos e impulsos por cambios en neurotransmisores

Usando espectroscopía de resonancia magnética, los investigadores midieron los niveles de glutamato y GABA en regiones de la corteza cerebral –la zona más externa y desarrollada del cerebro humano– en 31 pacientes diagnosticados con TOC y en 30 voluntarios sanos, utilizando un escáner ultrapotente de espectroscopia por resonancia magnética (MRS) de 7 Tesla que se encuentra en el Wolfson Brain Imaging Center en Cambridge (Reino Unido).

“Los escáneres MRS estándar pueden ser bastante toscos y no captar la señal de glutamato con mucha precisión. La máquina de 7 teslas nos permite separar las señales superpuestas y medir el glutamato y el GABA con mayor precisión”, ha señalado la Dra. Marjan Biria, autora principal del estudio, quien realizó el trabajo en el laboratorio de Robbins en Cambridge.

Los investigadores comprobaron que los pacientes con TOC tenían niveles más altos de glutamato y niveles más bajos de GABA en la corteza cingulada anterior, en comparación con los individuos sin TOC. Además, la gravedad de los síntomas del TOC, junto con la inclinación hacia el comportamiento compulsivo, se relacionó con niveles más altos de glutamato en la región motora suplementaria. Se descubrió que este era el caso en pacientes con TOC, así como en participantes sanos con tendencias compulsivas más leves.

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