Oswaldo Zerpa, alcalde del municipio Unda del estado Portuguesa, denunció que el atún incluido en las bolsas distribuidas por el Comité Local de Abastecimiento y Producción -CLAP- “es cartón molido” y advirtió que su consumo puede generar graves consecuencias en la salud de los ciudadanos.

“Esta lata de atún no es elaborada de atún, y saben que el atún de mar es muy sabroso. Esto es elaborado con cartón. Se está matando al venezolano y a la venezolana, esto se le debe pegar a la gente en el estómago, va a ser muy difícil curarse de esto”, dijo el alcalde en un video publicado en las redes sociales.

Se trata de un producto de la marca Atuna.

El alcalde tomó una lata totalmente cerrada de este producto para sustentar su denuncia, la abrió ante la cámara y vertió el contenido en un colador. Posteriormente, le echó agua abundante y removió hasta sacar la supuesta salsa de tomate.

Tanto él como las personas que lo acompañaban probaron los residuos que quedaron en el colador y aseguraron que se trataba de cartón.

Zerpa instó al Ministerio Público a abrir una averiguación contra el Grupo Alimentario del Atlántico Gralco, la compañía que lo elabora, con sede en Barranquilla, y a la que lo importa, en el estado Sucre.

“Esto no es un pez del mar. Desgraciadamente se está matando al venezolano, se está jugando con la salud del venezolano”, afirmó. “Quien elaboró esto es un delincuente, y la importadora también es delincuente, así lo digo. Son unos delincuentes”, añadió.

Determinarán si es apto para el consumo

Luego de que la denuncia del alcalde se viralizó en la redes sociales, una comisión del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria se presentó hasta la embolsadora Evalsa para tomar muestras del producto Atuna y determinar si es apto para el consumo humano.

Los funcionarios se llevaron cajas y las enviaron embaladas a la Unidad de Coordinación de Alimentos Nacional en el área de Higiene, señaló una nota de prensa de la Gobernación de Portuguesa. Esa instancia se encargará de referir el caso al laboratorio Rafael Rangel de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, para los análisis.

“En la valoración de las condiciones organolépticas -color, sabor, olor- se pudo constatar que se encontraban en buenas condiciones. Por ahora, los productos están paralizados hasta que se obtengan los resultados”, señalaron las autoridades regionales.

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