La patronal china de los semiconductores mostró hoy su oposición a las restricciones anunciadas por Estados Unidos a la compra de chips por parte de compañías o individuos del país asiático, informa el diario oficial China Daily.
En un comunicado, la Asociación China de la Industria de los Semiconductores aseguró que esta prohibición, anunciada a finales de la semana pasada, supone una interferencia en el comercio internacional.
«Esperamos que el Gobierno estadounidense corrija sus prácticas incorrectas de forma oportuna», indicó la organización, que llamó a «buscar consensos».
Asimismo, la Asociación exhortó a Washington a «volver al marco del mecanismo de consulta sobre comercio internacional» auspiciado por el Consejo Mundial de Semiconductores (WSC) y la Asamblea de Gobiernos y Autoridades sobre Semiconductores (GAMS).
El pasado viernes el Departamento estadounidense de Comercio denunció una nueva orden que impedirá a compañías o individuos chinos acceder a microchips o componentes fabricados en Estados Unidos, bajo amenaza de inclusión en su lista de sanciones para las empresas extranjeras que no cumplan con la medida.
El anuncio supuso un fuerte golpe para compañías como la taiwanesa TSMC, la mayor fabricante de chips del mundo, que se desplomó este martes un 8,3 % en bolsa, cayendo a sus niveles de cotización más bajos desde mediados de 2020.
Sin embargo, el segundo mayor productor mundial, la surcoreana SK Hynix, anunció ayer que Washington le eximirá durante un año de cumplir con la medida para poder mantener intactas sus operaciones en China, una exención que, según fuentes citadas hoy por el diario japonés Nikkei, también habría recibido TSMC.
Según las autoridades estadounidenses, que recientemente aprobaron una ley para estimular la producción de microchips en su territorio, China estaría empleando sus avances tecnológicos para espiar a sus propios ciudadanos y desarrollar tecnología militar avanzada.
Por su parte, Pekín calificó de «intimidación» la medida, que «socava las reglas del mercado y el orden económico y comercial internacional» y «pone en riesgo la estabilidad de las cadenas de suministro industriales».
Ante la guerra comercial abierta con Washington desde marzo de 2018 y las crecientes tensiones diplomáticas, China ha anunciado diversas medidas y planes para impulsar la industria nacional de los semiconductores, en la que sigue dependiendo de fabricantes exteriores. EFE
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