Si eres de las que «se vuelve un poco loca» cuando escuchas la palabra ‘ginecólogo’, tranquilízate y aprende la teoría, porque te aliviará. ¿Eres una chica sana, no tienes síntomas y tampoco arrastras antecedentes? Entonces solo necesitas hacerte una citología al cumplir los 25, y repetirlo cada tres años (no anualmente, ni cada seis meses, como muchas corrientes apuntan todavía). Tampoco tienes por qué someterte a una ecografía mamaria hasta bien entrada en la cuarentena.
Por: El Espectador de Caracas con información de Cosmopolitan
«El criterio de la sanidad pública ha cambiado: antes, las mujeres tenían que realizarse una citología cada año. Ahora, lo establecido es que sea cada tres», apunta Santiago Palacios, coordinador de la Sección de Asistencia Privada en la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer de Madrid.
Antes de seguir, eso sí, el experto recalca que cada mujer tenemos diversas circunstancias que hay que tener muy presentes. «Es muy importante la individualización. No es lo mismo si estás completamente sana que si tienes tu período irregular, antecedentes en tu familia, o por ejemplo la mama densa –fibromatosa, que te duele mucho en el periodo premenstrual o notas bultos–», nos advierte. En este caso, sí que tendrás que estar más encima de las revisiones (y hacer lo que te diga tu médico). Y ojo: si tomas la píldora o cualquier tipo de recurso anticonceptivo sí que debes ir una vez al año para controlar, sencillamente, aspectos como tus hormonas o la coagulación de tu sangre.
¿Qué es lo que más nos preocupa?
Las pruebas más demandadas por la mujer son dos: la citología y las revisiones mamarias. El primer caso sirve para prevenir el cáncer de cuello uterino, y tal y como ha asegurado Palacios, si todo se mantiene con normalidad, es suficiente realizarla cada tres años. Pero… (¡atenta!), si te hicieras el ‘test’ de papiloma humano y diera negativo, podrías espaciar esta citología cada cinco años. Y al loro: esta prueba corre hoy a cargo de tu bolsillo (por eso no es tan común), pero Irmina Saldaña, médica de familia y miembro del grupo de trabajo de salud de la mujer de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), nos informa que hay teorías muy firmes que apuntan a que pronto lo cubrirá la Seguridad Social. Recientemente, se ha incluido en los calendarios de vacunación de todas las comunidades autónomas españolas (lo cubre la seguridad social), solo para las chicas y se de pone a los 12 años.
También, desde enero de este año y de manera gratuita, se ha extendido la vacunación a grupos de riesgo, como son hombres que tienen relaciones con otros varones hasta los 26 años, hombres y mujeres que ejercen la prostitución, hasta los 26 años también, y hombres y mujeres con infección por el VIH, hasta los 26.
También se incluye a las mujeres no vacunadas con tratamiento escisional de cérvix (cualquier edad), mujeres con trasplante de órgano sólido o progenitores hematopoyéticos, hasta los 45 años, y algunos casos de inmunodeficiencia. En el primer trimestre de este año se han vacunado a 256 hombres, y 1.788 mujeres pertenecientes a estos grupos.
La especialista también nos dice que «las revisiones mamarias –para la prevención del cáncer de mama–, en la Comunidad de Madrid se realizan desde los 50 años hasta los 69 años de manera bianual», algo que (probablemente) te quede lejos. Además, nos confirma que una citología no sirve para nada antes de los 25 «porque hasta esa edad, no se encuentran alteraciones y, cuando se encuentran, son muy pequeñas y el propio cuerpo las puede limpiar».
No caigas en el sobrediagnóstico
La medicina evoluciona mucho con los años, y actualmente «se mira mucho por la seguridad del paciente, en no someterle a más pruebas de las que necesita», señala Irmira. Es decir, no por hacerte más ‘tests’ significa que vayas a estar mejor cuidada. De hecho, «se ha demostrado que puede haber problemas por sobrediagnóstico», apunta la médica. ¿Un ejemplo? Cuando te dicen que te las repiten a los 6 meses (y no es estrictamente necesario), y vives durante ese medio año con una angustia o nervios totalmente evitables.
Dicho esto, ya sabes: no te obsesiones si no hay motivos para hacerlo. Y, si tienes más de 25, realiza tu primera citología y dile bye, bye a tu especialista hasta dentro de tres años (¡o cinco si tienes la prueba negativa del papiloma!).